El son jarocho y su influencia en la música contemporánea mexicana

De origen campesino y con una profunda conexión con la naturaleza, el son jarocho ha trascendido generaciones y fronteras

Por: Jhoanna Ontiveros Peraza

El son jarocho no es solo un género musical, es un testimonio vivo del mestizaje cultural que ha definido a México desde la época colonial. Originario del Sotavento veracruzano, una región que abarca el centro-sur del estado de Veracruz y partes de Oaxaca y Tabasco, este estilo lírico-musical ha sabido mantener su esencia mientras se reinventa al paso del tiempo.

Hoy, su influencia se extiende más allá de las fronteras regionales, resonando en escenarios nacionales e internacionales, y permeando en la música contemporánea mexicana.

INFLUENCIA EN LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA MEXICANA

Originalmente, el término "jarocho" identificaba al prototipo de habitante de una vasta región de lo que hoy conocemos como Veracruz.

El son jarocho es definitivamente un producto de los procesos de mestizaje cultural que se desarrollaron durante el periodo colonial en la región del Sotavento veracruzano. A lo largo del tiempo, estas dinámicas dieron lugar a un cancionero diverso, conformado por sones que acompañan al fandango, la fiesta popular por excelencia en la región.

Como producto de este mestizaje, el son jarocho incorpora influencias de universos culturales tan distintos como el indígena (especialmente nahua), el africano y el europeo, particularmente el arabo-andaluz.

La huella europea se aprecia en el uso de instrumentos que recuerdan a las guitarras barrocas y otros cordófonos que circulaban entre tierras y mares entre los siglos XVI y XIX. No obstante, este género no se ha mantenido estático, sino que ha recibido diversas influencias y ha transitado por múltiples contextos a lo largo de su historia, adaptándose y renovándose constantemente.

SON JAROCHO

A lo largo de los siglos, esta tradición ha conformado un repertorio que supera el centenar de piezas conocidas como "sones", muchas de ellas transmitidas de generación en generación a través de la memoria oral, y otras más de reciente creación, firmadas por autores contemporáneos.

Su instrumentación tradicional incluye jarana, requinto o guitarra de son, leona, pandero, quijada de burro, marimbol y la tarima donde se realiza el zapateado. En años recientes, el son jarocho ha incorporado nuevos sonidos gracias a la experimentación musical, sumando instrumentos como el violín, el contrabajo, el cajón o incluso el clavecín, lo que ha permitido un diálogo fértil con géneros como el jazz, el rock, la música electrónica e incluso la música académica.