Dragon Ball: Akira Toriyama no tenía planeado el Super Saiyajin y esta es la razón

Los editores del manga Kazuhiko Torishima, Yu Kondo y Fuyuto Takeda revelaron que el creador no tenía en mente el célebre Super Saiyajin

Por: Brayam Chávez

Es incuestionable que una de las transformaciones más emblemáticas del anime, fue la de Goku en Super Saiyajin. Toriyama nos dejó una secuencia inolvidable que representó el primer gran punto culminante de Dragon Ball Z, una serie inolvidable para muchos. No obstante, parece que este instante no fue algo que el mangaka tuviera previsto desde el comienzo.

LOS EDITORES DE TORIYAMA REVELAN LOS SECRETOS DEL SUPER SAIYAJIN

En una conversación con el podcast japonés KosoKoso, traducida por Venixys, los editores de Dragon Ball Kazuhiko Torishima, Yu Kondo y Fuyuto Takeda revelaron, entre otros aspectos, que Toriyama no tenía en mente el célebre Super Saiyajin desde sus inicios, sino que emergió como una "necesidad narrativa" para que Goku pudiera luchar contra Freezer.

"La revelación de que Goku era un Saiyajin fue el resultado de un plan elaborado, sino una necesidad narrativa: cuando la historia se topó con un obstáculo, Toriyama encontró rápidamente una solución", explicó.

Uno de los editores. Esto corrobora que algunos de los instantes más relevantes de Dragon Ball emergieron como reacciones espontáneas a la historia, en lugar de como componentes meticulosamente planificados desde el comienzo.

Aunque Toriyama sí había planeado ciertos conceptos, como la descripción de los personajes con orejas puntiagudas, esto no impide que, al igual que muchos otros mangakas, recurra a ideas imprevistas para continuar, ya sea debido a la presión editorial o a la falta de inspiración en ciertos instantes.

TORIYAMA Y EL ARTE DE IMPROVISAR

Pero, ¿esto implica que improvisar sea algo perjudicial? No siempre. En ciertos casos, es evidente a simple vista, pero en otros no. En realidad, a pesar de ser un escritor famoso por su planificación, Eiichiro Oda ha confesado haber improvisado numerosos momentos cruciales de One Piece que resultaron muy exitosos. Así pues, el problema no radica en la improvisación en sí, sino en la calidad de la idea que acaba por materializarse.