Por su inmenso amor por su mascota, la menor no midió los riesgos de manejar a tan corta edad. Los hechos, en Estados Unidos
Por: Edel Osuna
Los seres humanos tienen una convivencia con los animales, que les ha permitido desarrollar lazos con algunas especies, las cuales ha domesticado ya sea para el trabajo, o de compañía.
Entre esos animalitos están los perros, esos lomitos que, dependiendo cómo los críes, te regresan un enorme cariño, incondicional y leal.
Y el ser humano, en innumerables casos, les ha correspondido. Tal es el ejemplo de una niñita de tan solo 12 años, originaria de Texas, Estados Unidos, donde fue detenida, pero no por llevar a su perro consigo, sino porque iba conduciendo cuando no tiene la pericia, la edad ni autorización para ello.
De acuerdo con la información, la pequeña estaba en su casa debido a que estaba enferma; sin embargo, se llenó de terror cuando vio que su cachorro recién nacido se estaba muriendo.
Presa del pánico llamó a su mamá al trabajo, pero como ella no contestaba, en un acto de desesperación, tomó las llaves del carro, subió con todo y su mascota y condujo, aproximadamente, un kilómetro y medio hasta la veterinaria más cercana.
De pronto, unas luces intermitentes se encendieron detrás del vehículo que manejaba: era la Policía. Un agente se aproximó y cuando vio a la niña con su carita surcada por el llanto, entendió lo que pasaba.
El uniformado tomó a la niña y al cachorro, los metió en la patrulla y les llevó a la veterinaria. Gracias a la rápida acción del oficia, el animalito sobrevivió.
En cuanto a la chiquilla, que se sentía culpable, fue llevada al trabajo de su mamá, donde el agente, en vez de sancionarla, le dijo a la mujer que estaba criando a una chica increíble, fuerte, compasiva e inteligente, e instó a la madre a que le enseñara a conducir.