Descubre como producen miel las abejas en un proceso químico natural

No es solo un producto dulce: Es el resultado de arduo trabajo que toma tiempo y va desde las flores hasta la colmena para crear este néctar

Por: Marcela Islas

La miel es un endulzante natural, delicioso y saludable, que existe mucho antes que el azúcar de caña. Pero lo verdaderamente asombroso es cómo se produce: gracias a las abejas, esos pequeños pero indispensables insectos cuyo cuerpo está perfectamente diseñado para esta labor.

¿CÓMO ES EL PROCESO PARA PRODUCIR MIEL?

Las abejas recolectan el néctar de las flores usando su lengua, y lo almacenan en un órgano especial llamado buche melario. Ahí comienza un proceso químico natural: las enzimas propias del cuerpo de la abeja transforman el néctar desde el primer momento, modificando su pH.

De vuelta a la colmena, el néctar pasa de abeja en abeja a través de un proceso llamado regurgitación (tranquilos, no es tan desagradable como suena: no hay contracciones ni náuseas, es solo una transferencia suave y precisa). Algunas obreras incluso lo mastican durante media hora para lograr una mezcla más homogénea.

Las enzimas continúan actuando hasta que el néctar se vuelve más ácido y empieza a parecerse a la miel. Luego, mediante el abanicado con las alas, las abejas eliminan el exceso de humedad, reduciendo el contenido de agua hasta un 17 por ciento.

Una vez listo, sellan las celdas del panal con cera producida por unas glándulas especiales para conservar la miel durante años sin que pierda sus propiedades. Y sí, para una sola cucharadita de miel... ¡se necesitan unas ocho abejas trabajando arduamente durante unos 45 días!

¿DE QUÉ ESTÁ HECHA LA MIEL?

La miel contiene entre un 78 y 80 por ciento de azúcares naturales (fructosa y glucosa), un 17 por ciento de agua y el resto se reparte entre vitaminas (como A, B1, B2, B3, D y K), minerales (como calcio, cobre, silicio y azufre), proteínas y polen.

NO TODAS LAS FLORES SIRVEN PARA PRODUCIR MIEL

Las abejas no recolectan néctar de cualquier flor. Para obtener mieles específicas (como la de romero, azahar o acacia), los apicultores colocan las colmenas cerca de los cultivos deseados. Así, se logra una polinización controlada y miel con propiedades y sabores únicos.

¿QUÉ HACEN LOS APICULTORES?

Una vez que la miel está lista en la colmena, los apicultores la recogen y la dejan reposar unos días para que se decanten los restos de cera. Luego, la filtran y envasan. Si se trata de miel cruda, simplemente se envasa directamente, sin filtrar.

CURIOSIDADES QUE QUIZÁS NO SABÍAS DE LAS ABEJAS

  • Existen cerca de 20 mil especies de abejas, aunque solo la Apis mellifera (la abeja europea) produce miel.
  • Las abejas viven en colmenas organizadas en castas: reina, obreras y zánganos.
  • En temporada alta, una colmena puede albergar hasta 50 mil abejas.
  • Una abeja puede visitar entre 50 y 100 flores en un solo viaje.
  • Tienen 5 ojos: 2 compuestos y 3 simples. Ven todos los colores excepto el rojo.
  • Vuelan a unos 25 km/h, batiendo sus alas hasta 200 veces por segundo.
  • Las abejas están desapareciendo. En algunas regiones, se ha perdido hasta el 90 por ciento de las colonias, lo que representa un riesgo ecológico grave.

La próxima vez que endulces tu té con una cucharadita de miel, recuerda el esfuerzo colectivo, organizado y vital de miles de abejas. No es solo un producto dulce: es el resultado de un proceso natural extraordinario que debemos valorar y proteger.