¿Cómo mejorar la calidad de tu sueño para tener un descanso reparador?

Aunque no siempre es posible controlar todos los factores que interfieren en el sueño, adoptar ciertos hábitos puede marcar una gran diferencia

Por: Jhoanna Ontiveros Peraza

Dormir bien no solo se trata de cantidad, sino de calidad. En un mundo lleno de presiones laborales, responsabilidades familiares y preocupaciones cotidianas, el sueño profundo y reparador muchas veces parece inalcanzable. Sin embargo, mejorar la calidad del descanso no es un lujo, sino una necesidad para mantener una buena salud física y mental.

Aunque no siempre es posible controlar todos los factores que interfieren en el sueño, adoptar ciertos hábitos puede marcar una gran diferencia.

¿CÓMO MEJORAR LA CALIDAD DE TU SUEÑO PARA TENER UN DESCANSO REPARADOR?

Estas son seis recomendaciones respaldadas por la ciencia para que se pueda dormir mejor y despertar con más energía.

ESTABLECER UN HORARIO DE SUEÑO CONSTANTE

La clave para dormir mejor comienza con la regularidad. Irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana, ayuda a sincronizar el ritmo circadiano, ese reloj biológico que regula funciones vitales como la producción hormonal.

CUIDAR LA ALIMENTACIÓN

Una cena muy condimentada puede causar molestias digestivas y dificultar que concilies el sueño. Del mismo modo, alimentos y bebidas con cafeína, nicotina o exceso de azúcar alteran el descanso y reducen su calidad.

Por lo que se recomienda optar por cenas ligeras y considerar incluir alimentos como plátanos, almendras o lácteos bajos en grasa, ricos en triptófano, un aminoácido que favorece la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

CREAR UN AMBIENTE ADECUADO PARA DORMIR

La habitación debe ser un santuario de descanso, que sea fresca, oscura y silenciosa. La luz, especialmente la de las pantallas electrónicas, puede dificultar que tu cerebro entre en modo reposo. Además, tomar un baño tibio o practicar técnicas de relajación antes de acostarse puede ayudar a dormir más profundamente.

REGULAR LAS SIESTAS

Aunque una siesta corta puede ayudar a recargar energías, dormir demasiado durante el día puede afectar el sueño nocturno. Por lo que se recomienda limitar las siestas a no más de 30 minutos y que sean tempranas. 

INCLUIR EJERCICIO EN LA RUTINA DIARIA

Hacer ejercicio regularmente mejora la calidad del sueño, reduce el estrés y regula los niveles de energía. La clave está en no ejercitarse demasiado cerca de la hora de dormir, ya que esto se podría activar más en lugar de relajarte. Lo ideal es programar las rutinas por la mañana o en la tarde, y además pasar tiempo al aire libre para reforzar el ritmo circadiano.

MANEJAR EL ESTRÉS ANTES DE DORMIR

Una mente inquieta es enemiga del sueño. Si se tiene preocupaciones, se recomienda anotarlas antes de acostarte para dejarlas fuera de la cama. Practicar técnicas de organización, delegar tareas y establecer prioridades pueden ayudarte a disminuir la ansiedad. La meditación y la respiración consciente también son herramientas útiles para calmar la mente.

Tener una noche de mal sueño de vez en cuando es normal. Sin embargo, si los problemas para dormir persisten, es importante consultar a un profesional de la salud. Identificar y tratar causas subyacentes puede marcar la diferencia y devolver el descanso que tanto se necesita.

Dormir bien no es un lujo, es una inversión en el bienestar. Implementar pequeños cambios en la rutina diaria puede ayudar a alcanzar ese sueño reparador.