Compañías como IBM, Amazon, Microsoft y Google, lideran la investigación, la falta de intercambio abierto podría ralentizar el progreso global
Por: César Leyva
John Martinis, uno de los ganadores del Premio Nobel de Física 2025, alertó que China está peligrosamente cerca de alcanzar a Estados Unidos en el desarrollo de la computación cuántica, una tecnología llamada a resolver problemas imposibles para las supercomputadoras actuales.
En entrevista con Bloomberg, el físico, reconocido junto con Michel H. Devoret y John Clarke por el descubrimiento del efecto túnel macroscópico y la cuantificación de energía en circuitos eléctricos, afirmó que la competencia ya es directa: "Nos preocupa que tal vez les llevemos una ventaja de nanosegundos".
ASÍ LA CARRERA CUÁNTICA
Martinis, investigador de la Universidad de California en Santa Bárbara, ha sido clave para el avance cuántico. En 2019 lideró el equipo de Google que alcanzó la supremacía cuántica con el procesador Sycamore de 54 cúbits, resolviendo en 200 segundos un problema que a un superordenador clásico le habría tomado 10 000 años.
China respondió rápidamente: en 2020, un equipo dirigido por Jian-Wei Pan resolvió en tres minutos un cálculo que a los mejores supercomputadores del mundo les habría llevado 600 millones de años.
El Nobel advierte que, además de la carrera geopolítica, existe otra amenaza como lo es la competencia empresarial. Como grandes compañías, IBM, Amazon, Microsoft y Google, lideran la investigación, la falta de intercambio abierto podría ralentizar el progreso global.
UN SECTOR DE ALTO VALOR
La computación cuántica basa su poder en los cúbits, unidades capaces de representar 0 y 1 simultáneamente gracias a la superposición.
Esto permite explorar combinaciones imposibles para sistemas clásicos, con aplicaciones que van desde química avanzada hasta materiales y seguridad. Se estima que el sector alcanzará un valor de 1.3 billones de dólares en 2035, según McKinsey.
Para Martinis, la ventana hacia computadoras cuánticas capaces de descifrar comunicaciones militares o acceder a infraestructuras críticas podría abrirse en cinco a diez años, mientras China continúa acortando la distancia a velocidad récord.