Estos depósitos para agua deben estar limpios y desinfectados, para evitar enfermedades ya sea de la piel y hasta del estómago
Por: Edel Osuna
Contar en casa con un tinaco para abastecerse de agua es muy importante, en especial durante periodos de sequía, como el que se vive actualmente en gran parte de México.
Un tinaco es un depósito de agua, de plástico o cemento, que se instala en el techo de una casa o edificio para almacenar agua potable y funciona por gravedad, ya que el agua baja desde el tinaco hacia las tuberías del inmueble, asegurando el suministro cuando hay cortes o baja presión en la red pública.
Sin embargo, muchas personas piensan que, por estar cerrado, este depósito para el agua, que puede ser de cemento o plástico, no se ensucia, por lo que no lo lavan.
Error craso, pues un tinaco sucio es "caldo de cultivo" para que se contamine el agua, ya que se generan bacterias, hongos, algas y parásitos que afectan la salud; mal olor y sabor, obstrucción de tuberías y enfermedades tanto de la piel como gastrointestinales.
CADA CIERTO TIEMPO DEBES LAVAR EL TINACO
Ahora bien, para evitarte problemas tanto de salud, como financiero, por la obstrucción de las tuberías, es muy importante que laves el tinaco cada cierto tiempo y aquí te decimos cada cuándo.
Así las cosas, la Secretaría de Salud recomienda que los tinacos sean lavados cada seis meses, y la forma correcta de hacerlo es la siguiente:
Para que lo hagas correctamente, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) señala cómo hacerlo:
Cierra la llave para que no pase agua al tinaco; luego vacíalo o déjale entre 5 y 10 centímetros de agua; ahora bien, en caso de que cuentes con bomba para llevar el agua al depósito en el techo, no olvides desconectar el interruptor; luego, quita el flotador y la varilla para que accedas al interior.
Después tapa la salida de agua del tinaco, para que no corra agua sucia hacia la casa; posteriormente, con el agua que dejaste, cepilla el fondo y las paredes, pero cuidando las juntas.
Luego saca el agua sucia con un recogedor, escoba, jerga y cubeta, después enjuaga el tinaco con agua limpia; posteriormente saca el agua con cubetas y jergas limpias, y con un trapo o jerga limpio, seca todo el depósito.
Desinfecta el tinaco, para lo cual, de acuerdo con la Cofepris, puedes hacer una solución clorada (una tapita de cloro por litro de agua), y con un cepillo limpio impregna todo el interior del depósito. No olvides usar un cubrebocas y guantes de hule cuando hagas este paso y por ningún motivo permanezcas más de 10 minutos dentro del tinaco.
Finalmente, deja que la solución clorada actúe de 20 a 30 minutos, después enjuaga con abundante agua limpia. Y ¡listo!, coloca las piezas que sacaste y a disfrutar de agua limpia y desinfectada por seis meses más.