Te contamos cuáles son tres de los remedios más comunes que no funcionan como se cree y qué alternativas sí podrían ayudar
Por: Brayam Chávez
Los fuegos labiales, también conocidos como herpes labial. Aunque existen muchos remedios caseros populares, no todos son realmente efectivos. Algunos incluso pueden empeorar la situación. A continuación, te contamos cuáles son tres de los remedios más comunes que no funcionan como se cree y qué alternativas sí podrían ayudar.
3 REMEDIOS QUE NO FUNCIONAN PARA QUITAR LOS FUEGOS EN LOS LABIOS
Ajo
Muchas personas creen que aplicar ajo directamente sobre el fuego labial ayuda a curarlo rápidamente.
Esta creencia se basa en sus conocidas propiedades antimicrobianas. Sin embargo, la ciencia aún no respalda su efectividad contra el virus HSV-1. Además, colocar ajo crudo sobre una llaga puede causar irritación en la piel, inflamación o una sensación de ardor incómoda.
Leche
Otro remedio popular es aplicar leche entera con un algodón directamente sobre la zona afectada, argumentando que la lisina presente en este líquido puede ayudar.
Aunque es cierto que la lisina se ha relacionado con la inhibición del herpes en algunos estudios, la cantidad presente en la leche no es suficiente para tener un efecto real. Este remedio puede aportar alivio momentáneo por su frescura, pero no reduce la duración del brote.
Miel
La miel es otro ingrediente natural al que se le atribuyen propiedades curativas para los fuegos en los labios. Algunas investigaciones han mostrado que tipos específicos de miel, como la de kanuka, pueden tener cierto efecto antiviral.
Sin embargo, la miel convencional que se compra en el supermercado no ha demostrado la misma eficacia. Su uso podría ayudar a mantener la piel hidratada, pero no cura ni acelera el proceso de sanación.
¿QUÉ SÍ SE PUEDE USAR PARA TRATAR LOS FUEGOS EN LOS LABIOS?
A pesar de que muchos remedios caseros no ofrecen resultados reales, existen opciones respaldadas por estudios médicos que pueden aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Algunos ejemplos incluyen:
- Extracto de propóleo: ha mostrado resultados similares al aciclovir, un medicamento antiviral común.
- Aceite esencial de árbol de té o de menta: tienen propiedades antivirales leves y pueden ayudar en etapas tempranas del brote.
- Compresas frías o hielo: son útiles para reducir la inflamación y el dolor en la zona afectada.