Pensó en el suicidio como un escape a su situación, pero decidió continuar, pese a los intensos dolores que su mal le provoca y por el que pide ayuda
Por: Fabián Pérez
Un hombre de 50 años de edad estuvo a punto de aventarse a las llantas de una unidad pesada para quitarse la vida, luego de vivir con un padecimiento que lo ha imposibilitado trabajar.
Bernardo Basasegua Granados, asegura que tiene casi un año sufriendo dolores intensos por una hernia. Para poder operarse, en el Hospital General de Navojoa le solicitan un ultrasonido, una radiografía y un donante de sangre.
Por no contar con los recursos económicos para realizarse los estudios, no ha podido atenderse. "La verdad... no tengo nada, ni en que caerme muerto, me siento frustrado, impotente y triste, porque no sé para dónde agarrar, ni sé a quién acudir, ya en dos ocasiones pensé en quitarme la vida," expresó.
Asegura que afortunadamente no se acobardó y prefirió luchar hasta el final para salir delante de su problema.
"Espero que cuando menos Dios nos ponga comida, porque ese es otro problema que vengo arrastrando desde que no trabajo," mencionó.
Comenta que además se siente traicionado por su patrón, pues después de trabajar cerca de 40 años en un establo ordeñando vacas y en la cría de animales en Tetanchopo, lo abandonaron cuando vieron que ya no les era útil.
Señala que vive solo en Navojoa y sus hermanos se encuentra en la misma situación de pobreza.
"Ahorita ando cortado, ando con dolor, ya que tampoco tengo medicamento, se me acabó, ando caminando por tramos, ya he ido al centro médico a pie y a otros lugares, porque no tengo los medios para moverme," indicó.