Por: Eduardo Sánchez
Señaló que las cifras son similares a las del año pasado, por lo que esperarían cerrar con los mismos números de 2018, que concluyó con 67.
Detalló que los pacientes fallecidos que no pueden donar sus órganos son quienes hayan tenido algún tipo de cáncer, VIH y hepatitis B o C.
“En el caso del cáncer, puede contemplarse como donante a menos que haya tenido cinco años sin la enfermedad, ahí puede ser considerado. En el caso de hepatitis, es un poco a criterio de la unidad, porque si el receptor tiene la misma infección que el donante puede ser. Claro, se debe avisar al paciente de las condiciones y si acepta puede realizarse”, comentó.
Agregó que la diabetes es un padecimiento que no impide la donación, ya que degenera algunos órganos, pero otros sí pueden ser contemplados para apoyar a los demás.
“La diabetes no contraindica la donación. Recientemente tuvimos un donante que falleció de cirrosis y donó las córneas. Lo importante es que intentemos lo más posible hacer una donación de órganos”, finalizó.