Una gran belleza natural

Refuerzan protección de Área Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, una de las más ricas de diversidad biológica del país

Por: Raúl Armenta Rincón

Ubicada en el Sur de Sonora, en los municipios de Álamos y Quiriego, en una superficie de 93 mil hectáreas, el Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui es un gran tesoro natural.

Dicha sierra corre paralela a la costa del océano Pacífico y está atravesada por numerosos barrancos profundos que han sido excavados por los ríos que desembocan en el mar, como el caso del Río Cuchujaqui, un afluente del Río Fuerte y que es sitio Ramsar por ser un humedal de gran importancia.

Es una de las 44 áreas de protección de flora y fauna de México y, además, está incluida en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la Unesco.

Alfonso Prieto Tinoco, director de dicha zona, destacó que este sitio, reconocido por su biodiversidad y su importancia ecológica, se ha convertido en un símbolo de conservación y orgullo para la región.

HABITAN 2 MIL 300 ESPECIES

Indicó que habitan más de 2 mil 300 especies de plantas y animales, de las cuales 107 se encuentran dentro de alguna categoría de riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059, en tanto que 57 son exóticas.

Debido a esa diversidad biológica, el área, que tiene ecosistemas como bosques tropicales caducifolios, bosques de pino y encino y zonas ribereñas a lo largo del Río Cuchujaqui, es considerada como de las más ricas tanto en el estado como a nivel nacional.

Entre las especies de flora están las de Palo de brasil (Haematoxylon brasiletto), Ceiba (Ceiba acuminata), Ciprés de Moctezuma (Taxodium huegelii), Cedro (Cedrela odorata), Amate amarillo (Ficus sp.), Tepeguaje (Lysiloma watsonii), El torote (Bursera confusa), El torote (Bursera inopinnata),  la palmera Brahea Sp., la cícada Dioon Tomaselli, la pacífica Magnolia Magnolia.

En cuanto a la fauna, habitan el monstruo de Gila, el escorpión Heloderma horridum, la tortuga Alamos Kinosternon alamosae, el águila real Aquila chrysaetos, el colibrí Amazilia, la garza azulada, el camarón de agua dulce Macrobrachium sp,  el jaguar Panthera onca, el ocelote Leopardus,  Puma (Puma concolor), Guacamaya verde (Ara militaris), Jaguar (Panthera onca) y la nutria Lontra longicaudis, entre otras.

También se cuenta con cientos de especies endémicas y microendémicas, como Maguey de colibri (Agave polianthiflora), Sapindácea (Cardiospermum cuchujaquense), Hongo basidiomiceto (Coltriciella sonorensis), Mimbre (Ipomoea chilopsidis), Cenizo (Leucophyllum mojinense), Mimosa (Mimosa guirocobensis), Girasol (Perityle gentryi), entre otras.

Prieto Tinoco explicó que el objetivo del Área Natural Protegida es cuidar y preservar precisamente esa diversidad biológica y los ecosistemas de la región, así como promover la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales.

Mencionó que se permiten actividades como el senderismo, el campismo, la observación de flora y fauna, así como el turismo de aventura, siempre bajo regulaciones para proteger el medio ambiente.

MONITOREO BIOLÓGICO

Informó que en días pasados, como parte de un proyecto de Conservación de Especies del Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (PROREST), personal del ANP Sierra de Álamos y pobladores de la comunidad de La Labor de Santa Lucía, realizaron varias acciones.

Entre éstas, indicó, la revisión de baterías y descarga de memorias de cámaras trampa, actividad que fortalece las acciones de monitoreo biológico que se realizan la zona y que contribuyen a la toma de decisiones para el manejo efectivo del área.

Dijo también que, con recursos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), productores y el Fondo para Áreas Naturales Protegidas (FANP), se realizó la construcción y puesta en marcha de dos biofábricas en Güirocoba y El Tezal.

 En estas comunidades, pertenecientes al municipio de Álamos, se produjeron 10 mil  litros de biofertilizante en cada comunidad, los cuales se aplicarán en parcelas de siembra de maíces criollos y huertos comunitarios. 

Asimismo, Prieto Tinoco recordó que el mes pasado se realizaron varios eventos con motivo del 28 aniversario del decreto de Área Natural Protegida, lo que fue una ocasión propicia para reforzar el compromiso con su conservación.

ONG DESTACA BENEFICIOS DE ANP

Por su parte, Miguel Ángel Ayala Mata, director de Naturaleza y Cultura Sierra Madre A.C, reconoció los logros y beneficios del Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui.

Por ejemplo, señaló, dicha ANP ha representado una especie de “amortiguador muy útil y efectivo ante el cambio climático y eso ayuda a que no estemos en una situación grave en este tema”.

Consideró que ahora hay que concretar el proyecto de la Reserva Estatal El Pitayal, porque “si tenemos esta otra área natural protegida, estaríamos conectados con las de la Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui  y la de las Islas del Golfo de California”. 

“Es muy importante y positivo tener “ANP”, pero lo es más el hecho de que estén conectadas”, añadió.

Ayala Mata resaltó que el Área de Protección de Álamos es un espacio natural reconocido por su biodiversidad y su importancia ecológica, al tener características únicas que lo convierten en el hogar de muchas especies.

“Debemos seguir conservando la ANP de Álamos, por su emblema natural, su flora y fauna, sus paisajes, su cultura y tradición”, agregó.

“Es un área muy importante para la conservación de la biodiversidad en la región y para el bienestar de las comunidades locales que dependen de los recursos naturales”: Alfonso Prieto

El 19 de julio de 1996, la Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui se decretó como Área Natural Protegida, mientras que desde el 2007 está en la Red Internacional de Reservas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura