Conocido por el imponente Gran Desierto de Altar, el segundo más grande del mundo después del Sahara, este desierto es un testimonio de la resiliencia
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
El Desierto de Sonora, una vasta extensión de 311 mil kilómetros cuadrados que se extiende desde el estado mexicano de Sonora hasta Arizona en Estados Unidos, es un lugar de contrastes y maravillas naturales que lo hacen único en el mundo.
Conocido por el imponente Gran Desierto de Altar, el segundo más grande del mundo después del Sahara, este desierto es un testimonio de la resiliencia y la biodiversidad.
UN DESIERTO DE CONTRASTES
Uno de los aspectos más sorprendentes del Desierto de Sonora es su clasificación como un "desierto húmedo". Esta aparente contradicción se debe a su proximidad con el Mar de Cortés, lo que proporciona una humedad inusual para un desierto y crea un paisaje impresionante donde las dunas se encuentran con el mar.
HOGAR DEL CORRECAMINOS Y MÁS
El Desierto de Sonora es famoso por ser el hábitat natural del correcaminos, un ave más conocida por su habilidad para correr que para volar. Esta especie, que puede alcanzar velocidades de hasta 24 kilómetros por hora, se ha convertido en un ícono cultural gracias a las populares caricaturas donde aparece junto al infame coyote.
Pero el correcaminos no está solo en este vasto ecosistema. El desierto alberga una asombrosa diversidad de vida: 500 especies de plantas, más de 40 mamíferos, 200 especies de aves y 40 especies de reptiles. Esta riqueza biológica hace del Desierto de Sonora un lugar donde la vida se manifiesta en todas sus formas, tanto en el aire como en la tierra y el mar.
UN ESCENARIO PARA LA CULTURA Y EL ARTE
El Desierto de Sonora no solo es un lugar de interés natural sino también un escenario cultural y artístico. Ha inspirado a escritores, cineastas y productores de telenovelas.
Guillermo Munro Palacio, un escritor sonorense radicado en Puerto Peñasco, ha ambientado varias de sus obras en este desierto, incluyendo las novelas "No me da miedo morir" y "Las Voces vienen del mar", así como la película "Sonora". Además, la telenovela "El abuelo y yo" es otra producción que se ha desarrollado en este impresionante paisaje.
Para aquellos que han recorrido el norte de Sonora o que han visitado la Reserva de la Biósfera El Pinacate, el desierto representa tanto un desafío como una maravilla.