Tolosanto: ceremonia Yaqui del Día de Muertos que dura un mes

Este es uno de los pueblos indígenas de Sonora más importantes, con una rica cultura y lo muestra en un evento para sus muertos

Por: Jesús Alvarez Mejilla

El Día de Muertos es una de las festividades más características de México, esta tradición es celebrada alrededor de todo el país y ha ganado gran popularidad en los últimos años gracias a la visibilidad internacional que ha tenido por producciones de Hollywood. Sin embargo; los pueblos indígenas también celebran esta festividad, aunque algunos cambios importantes como es el caso de la comunidad Yaqui.

Los Yaquis es una comunidad indígena característica de Sonora, este pueblo ha conseguido prosperar y mantenerse a pesar del paso del tiempo, lo interesante es que aún mantiene su cultura, territorio y tradiciones intactas. En este sentido; una de sus ceremonias más importantes es el Tolosanto, una tradición que tiene relación con el Día de Muertos y se celebra durante todo un mes.

¿QUÉ ES EL TOLOSANTO?

La comunidad Yaqui celebra su Tolosanto desde el 1 de octubre, cuando se realizan algunas oraciones y en el exterior de la casa se comienza a levantar el tapanco donde se colocará la ofrenda. El tapanco es una mesa elevada, constituida por una plancha de varas de batamote soportada sobre postes de álamo o mezquite que simboliza la casa tradicional de la comunidad y la mesa de la última cena.

Por la noche y madrugada del 1 al 2 de noviembre se lleva a cabo la velación en el panteón, en este lugar algunas familias construyen su tapanco. Se les realiza una plegaria general por parte y luego sus integrantes recorren cada tumba; aquí los familiares acompañan a los difuntos con rezos y canciones populares para después entregar la comida; el tapanco se mantiene hasta finales de noviembre cuando los muertos vuelven a su mundo.

Sobre el tapanco se depositan flores naturales y de papel, por lo regular rojas y blancas; frutas como mandarina, caña, granada, manzana, plátano y sandía; guisos como wakabaki; de esta comida se alimentan los espíritus. Debajo, sobre la tierra, se colocan veladoras y velas, por lo general cuatro para cada difunto, cuyos retratos también cuelgan cerca del suelo.