El historiador consideró que al no realizarse una labor de trabajo en equipo, poco a poco se fue apagando la influencia de los sonorenses.
Por: Sebastián Moreno
La Revolución Mexicana tuvo en generales y militares sonorenses un importante motor que puso a políticos del Estado en los primeros planos, señaló el historiador Ignacio Lagarda.
Pero al no realizar una labor de trabajo en equipo y empezar a pelear todos contra todos, no hubo continuidad y poco a poco se fue apagando la influencia.
"Lo de la huelga de Cananea fue un preludio de lo que venía, lo primero que vino (fue) la Revolución Maderista y fue cuando Madero invitó a la rebelión de noviembre a las 6:00 de la tarde nadie fue a esa cita".
"De ahí empezó la participación de los sonorenses en la Revolución; no participaron tanto en la rebelión maderista, pero cuando Madero ganó la Presidencia y tomó el poder, se rebeló Pascual Orozco y ahí es donde participaron militarmente los sonorenses", narró.
SURGE ÁLVARO OBREGÓN
Fue en ese inicio de la revuelta donde aparece en escena el entonces agricultor del Sur de Sonora, Álvaro Obregón, que al ser invitado y destacar en la lucha, le dieron el rango de Teniente Coronel.
"Obregón regresa a sus labores en la agricultura a Huatabampo pero cuando Victoriano Huerta asesinó a Madero, entonces los sonorenses se organizaron, se sumaron al Teniente Coronel Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, el entonces gobernador José María Maytorena, Abelardo Rodríguez y Adolfo de la Huerta", explicó.
El siguiente paso en la historia fue la llegada a Sonora de Venustiano Carranza para "acuerparse" con los sonorenses que se empezaron a organizar bajo la guía de Álvaro Obregón.
"Ya con la estructura como Ejército, iniciaron el desplazamiento al centro del País para derrocar a Victoriano Huerta, iniciaron en Guaymas, luego Navojoa, todo Sinaloa, Nayarit, Jalisco hasta que en 1914 llegan a la Ciudad de México", dijo.
Ahí los militares sonorenses lograron que se rindiera el enemigo y que Victoriano Huerta saliera huyendo, gracias al desempeño de esos y varios generales más de este Estado.
Posteriormente vino la batalla contra Francisco Villa, a quien derrotaron, hasta que finalmente Venustiano Carranza asumió la presidencia del País apoyado por los militares sonorenses.
"Pero llegó la época de suceder a Venustiano Carranza, Obregón se alborotó para ser Presidente, hubo una confrontación, matan a Carranza en Puebla y es donde los sonorenses entran al poder".
"Álvaro Obregón gana y dura cuatro años, lo sucede otro sonorense: Plutarco Elías Calles y luego Abelardo Rodríguez; estuvo de manera indirecta Plutarco Elías Calles hasta que en 1936, Lázaro Cárdenas lo exilia del país para que ya no siga gobernando", explicó el historiador,
Y SE ACABA EL DOMINIO SONORENSE
Con esos acontecimientos, consideró Lagarda que no se trata de animadversión por los militares y políticos sonorenses, pues se trató más que nada de precaución.
"Precaución de que no fuera a llegar otro sonorense al poder porque demostraron ser bastante duros al momento de ejercer el poder.
"Llega el cardenismo y se fue borrando el "sonorismo" y prácticamente se acabó la influencia y poder de los sonorenses", señaló.
El historiador puntualizó que los sonorenses fueron un grupo muy poderoso pero los subsecuentes grupos no supieron formar un grupo homogéneo, compacto, no existió el que pudo ser "Grupo Sonora".
"Por el contrario, los políticos sonorenses de la época revolucionaria y posrevolucionaria, siempre tuvieron luchas entre sí, no tuvieron unidad como el caso del grupo Atlacomulco en el Estado de México y en otras regiones", mencionó.
Al no tener unidad, señaló, cada gobernador se convirtió en enemigo del otro, faltó esa cultura política entre ellos.