Esta área protegida destaca por su biodiversidad y por ofrecer diversas actividades al aire libre para disfrutar de la naturaleza
Por: Ofelia Fierros
El sur de Sonora, además de su impresionante desierto, esconde uno de los secretos naturales más bellos del estado: la Sierra de Álamos y el Río Cuchujaqui. Esta área protegida no solo destaca por su increíble biodiversidad, sino también por ofrecer un sinfín de actividades al aire libre para los amantes de la aventura y la naturaleza.
UN DESTINO MÁGICO EN EL CORAZÓN DE SONORA
El Pueblo Mágico de Álamos, en la frontera con Sinaloa, es el punto de partida para explorar este paraíso natural. Su clima semicálido y su magia como pueblo histórico se complementan perfectamente con los paisajes montañosos de la Sierra de Álamos, creando el escenario ideal para una escapatoria única en la región.
El Área de Protección de Flora y Fauna de la Sierra de Álamos y Río Cuchujaqui cubre más de 93 mil hectáreas y alberga una asombrosa diversidad de flora y fauna. Con más de 300 especies de aves, 85 mamíferos y cerca de mil 200 especies de plantas, este sitio es considerado uno de los más ricos en biodiversidad de Sonora. Entre las especies más emblemáticas de la zona se encuentran el jaguar, el puma, y aves como la guacamaya verde, el águila dorada, y la cotorra serrana.
ACTIVIDADES PARA TODOS LOS GUSTOS
Los visitantes pueden disfrutar de una variedad de actividades que permiten explorar y apreciar este ecosistema único:
Senderismo y Rappel: Para los amantes de la aventura, las rutas de senderismo y los descensos en rappel ofrecen vistas espectaculares de la sierra.
Avistamiento de Aves: La región es ideal para los entusiastas de la ornitología, con especies protegidas y raras como el perico frentiblanco y el carpintero guatemalteco.
Kayak y Pesca: El río Cuchujaqui, que atraviesa esta área, es perfecto para un paseo en kayak, mientras que los pescadores podrán disfrutar de la tranquila pesca en la cercana Presa Mocúzari.
Ciclismo de Montaña y Paseos a Caballo: La geografía variada de la sierra hace que el ciclismo de montaña y los paseos a caballo sean una excelente manera de explorar el paisaje natural.
Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, un paraíso en Sonora. Foto: Gobierno de México.
UN REFUGIO DE BIODIVERSIDAD
La Sierra de Álamos y Río Cuchujaqui es un mosaico de ecosistemas, con una mezcla de climas, suelos y vegetación que dan vida a hábitats para más de 200 especies de aves y 500 especies de vertebrados. Entre las criaturas que habitan la zona se encuentran el escorpión, la boa, el ocelote, el monstruo de Gila y el enigmático jaguar.
La región es especialmente rica en mariposas, con alrededor de 120 especies registradas, lo que la convierte en un destino fascinante para los observadores de la naturaleza.
Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, Área de Protección de Flora y Fauna. Foto: Gobierno de México.
¿CUÁNDO VISITAR ESTE PARAÍSO NATURAL?
El mejor momento para visitar la Sierra de Álamos y el río Cuchujaqui es durante los meses de noviembre y diciembre, cuando el clima es más fresco y los paisajes alcanzan su máximo verdor. Si bien la biodiversidad se puede apreciar todo el año, el clima templado de estos meses permite una experiencia más cómoda para realizar actividades al aire libre.
ESCÁPATE A LA AVENTURA
A solo 300 km de Álamos, aproximadamente a cinco horas en automóvil, este paraíso natural ofrece una desconexión perfecta del bullicio de la vida cotidiana. Con una oferta de actividades que van desde el campismo hasta la observación de fauna, la Sierra de Álamos y Río Cuchujaqui es un destino imperdible para los aventureros y los amantes de la naturaleza.
Si estás buscando una experiencia única en el sur de Sonora, no dudes en incluir la Sierra de Álamos en tu itinerario y disfrutar de uno de los espacios naturales más impresionantes del estado.
Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui; el lugar ideal para practicar senderismo. Foto: Programa Destinos México.