Fidel Lugo expresó que faltan módulos en el sur de Sonora, además de que siguen entrando vehículos extranjeros al país
Por: Francisco Angulo
La regularización de autos "chocolate" no finalizará al concluir el presente sexenio, al menos en Sonora, porque se prevé que, ante la falta de módulos para llevar a cabo el trámite, queden muchas de estas unidades sin ser registradas, además que diariamente están entrando más sin ningún control por las fronteras, y también se les debe dar certeza jurídica, dijo Fidel Lugo Ayala.
El coordinador nacional de Sippafa A.C. recordó que tan sólo en Ciudad Obregón y Navojoa llevan tres meses sin módulos, y por ello se han ido acumulando las unidades que inicialmente sí entraban en el proceso, más los que no eran factibles de registro porque su serie comenzaba con letra, y que al no haber dónde hacer el proceso se fueron rezagando.
"Son varios municipios del sur de Sonora a los que se les daba servicio con los módulos de Ciudad Obregón y Navojoa, por lo que son miles los que están quedando fuera de la regularización", expresó Lugo Ayala.
El dirigente consideró que, por la falta de módulos debida a la determinación de Repuve estatal, puede decirse que en Sonora el proceso de regularización fue un fracaso.
Por ello, dijo esperar que una vez entre la nueva presidenta de la República Claudia Sheinbaum, siga la misma estrategia del actual presidente y de seguimiento al proceso, dando prórrogas y modificando el decreto para que puedan entrar todos los vehículos que quedaron fuera en la primera etapa y asimismo, los que entraron después del decreto.
Además, vehículos de carga pesada, que no entraron en el decreto, motocicletas, lanchas y otros.
“Como organización, seguiremos gestionando que se le de solución definitiva a este problema, porque un vehículo es una herramienta de trabajo y no es un lujo. Si el mismo gobierno los dejó entrar, les debe dar una solución” señaló.
Quien por primera vez tiene un vehículo en estas condiciones, expresó, pudiera creer que es la primera regularización, pero realmente es la octava desde hace 30 años, que surgieron las organizaciones en defensa del patrimonio familiar.