Por: Eduardo Sánchez
"Es un caso en el que tenemos a seis niños afectados y un adulto mayor, integrantes de una familia en condiciones muy vulnerables de pobreza extrema, que es al sector en el que más enfocamos nuestras acciones en la Comisión de Vivienda", precisó Sallard Hernández.
"Me siento muy contenta, porque siempre anhelé tener una casa mejor, al menos un cuarto para mis hijos, para que no anduviéramos corriendo en las inclemencias de las lluvias y vientos feos que pegan aquí", expresó Yessica Esmeralda, beneficiaria.
Con ella viven seis hijos, todos menores de edad y el más pequeño un bebé de siete meses; su esposo, de oficio pescador, y su suegra, una mujer de la tercera edad.
Todos ellos vivían en una pequeña casa que ellos mismos habían construido con varas de pitahayo, cartón, hule negro y lodo, pero durante una tormenta con fuertes vientos el techo se les desprendió y las paredes quedaron endebles.
Ahora cuentan con un hogar adecuado, cómodo y seguro que durante muchos años habían anhelado, pero ante la escasez de recursos económicos no habían podido hacerlo una realidad.