Por: Eduardo Sánchez
“Existen estrategias que se recomiendan en cualquier grado o cualquier tipo de actividad laboral y son pausas que pueden estar realizando cada hora o dos horas y son ejercicios que se pueden realizar dentro de una oficina, al aire libre o hasta en una misma línea de producción”, declaró.
“Una mala alimentación va a tener en la empresa una disminución hasta de un 20 por ciento en la productividad y a nivel personal o del trabajador, hasta un 50 por ciento en cuanto a su productividad”, afirmó.
La especialista resaltó que de no hacerlo se podrían disparar los problemas de hipertensión, que después llevan a infartos al miocardio, derrames cerebrales y complicaciones circulatorias, sin olvidar que el sobrepeso también provoca lesiones en rodillas, tobillos, cadera y columna lumbar.
Detalló que el aumento de grasa corporal hace que se distribuya en diferentes órganos y al momento de dormir se detona la apnea de sueño, lo que obstruye la entrada o salida del aire y limita la calidad de sueño afectando la parte laboral al presentar somnolencia, distracción y accidentes de trabajo.