Por: Eduardo Sánchez
Es la consecuencia y el resultado de la irresponsabilidad del hombre, que está acabando con su propio medio ambiente. Pero también es producto de un débil marco normativo y de la falta de sanciones más estrictas a quienes dañan la ecología.
En áreas ubicadas en los ejidos del sur, en Sirebampo, en Navopatia, así como en zonas aledañas a Las Bocas, Masiaca y la carretera federal México 15, entre otras, es donde se observan los daños más graves causados al ecosistema regional.
“Se está perdiendo todo un tesoro, toda una riqueza natural”, lamenta el presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) y promotor del turismo en el sur de Sonora, Martín Bernardo Soria Rivera.
“Es urgente hacer algo porque, de continuar así la tendencia, si siguen estos atentados a la ecología, en dos años no habrá nada aquí”, advierte mientras indica zonas que ya se ven “pelonas”.
Cuestiona que los gobiernos promueven actualmente, incluso a través de legislaciones, la siembra de árboles en las casas, cuando por todas partes, en todo el país, como en nuestra región, los están tumbando.
“Este es el contraste, la incongruencia del Gobierno. Está bien, hay que sembrar árboles, pero antes debe frenarse toda esta deforestación, que se hace para satisfacer necesidades de agricultura, ganadería y otras”, agrega.
DEBE CREARSE UNARESERVA PROTEGIDA
Soria Rivera propuso crear una reserva de miles de hectáreas, por ejemplo en los ejidos del sur, para que no se siga perdiendo toda esa impresionante vegetación del mezquite, jito, pitahaya, sahuaro, biznaga y muchas otras especies.
“Pero junto con esa vegetación, lógicamente también han desaparecido muchísimos animales, miles de aves, también venados, liebres, en fin, toda la fauna característica de esta región”, señaló.
“Por eso ojalá que las autoridades se pongan las pilas, que hagan esa reserva, que les compren a ejidos miles de hectáreas para protegerlas, tal y como se ha hecho en Álamos”, agregó.
RELEGAN AL TURISMO
El presidente de la OCV resaltó que toda esa riqueza que está desapareciendo en la región del Mayo desde hace alrededor de 20 años, acentuándose durante los últimos cinco, repercute en el turismo, “por lo que de ahí es nuestra preocupación y nuestro urgente llamado para que las autoridades hagan algo”.
“El turismo de aventura, así como el de todas sus modalidades, representan una interesante opción aquí para diversificar la economía, por su importante generación de negocios y empleos. Sin embargo, el Gobierno del Estado sigue enfocándose a San Carlos, Hermosillo, Puerto Peñasco”, afirmó.
“No ha habido la atención que desearíamos para el sur del Estado, que tiene mucho potencial, es muy atractivo para los turistas de nuestro país y del extranjero, pero no dimensionamos, por ejemplo, ese valioso tesoro, ese contraste de mar, sierra y desierto, que en muy pocas partes se ve”, puntualizó.
“El sur es el que tiene el potencial más rico, pero desafortunadamente somos los más relegados”, remarcó Soria Rivera, al destacar que el turismo es una actividad que, a diferencia de la agricultura o la pesca, es muy constante, “o sea, no para todo el año, no es por temporada”.
NO SE APLICA LA LEY: AMBIENTALISTAS
Spiro Pavlovich López, especialista en el medio ambiente, recordó que todo este problema comenzó hace alrededor de 20 años, cuando el Gobierno anunció, con bombo y platillos, abrir la Presa Huites (Luis Donaldo Colosio) para satisfacer otro tipo de necesidades, principalmente de agricultura, en terrenos del bosque pitahayal.
“Pero lo hizo sin ordenamiento de nadie, sin permisos. Y entonces inició la deforestación, el desmonte de todo tipo de árboles, plantas y con ello arrasó con animales. Fue lamentable ver cómo salían corriendo venados, armadillos, culebras y toda la fauna. ¿Y qué pasó con las siembras? Ni siquiera sirvieron”, dijo.
Señaló que las autoridades que tienen que ver con el tema, como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) nunca han tenido la capacidad para enfrentar y resolver este tipo de asuntos.
Dijo desconocer la cantidad de hectáreas del bosque de pitahayas, “pero lo que sí podemos decir es que, del 100 por ciento que se tenía, ahorita nos queda sólo el 10 por ciento. Así de fea está la cosa”.
Indicó que problemas similares se presentan en el caso de los manglares, que continúan siendo dañados porque las leyes en la materia no se hacen valer, ni tampoco existe un real interés de crear reservas protegidas.
Pavlovich López consideró asimismo que debe fomentarse la participación de todos los niveles de la sociedad para el cuidado de la biodiversidad y concientizar sobre los beneficios que brindan a la población los recursos naturales, así como los impactos negativos que tendrán para la gente si continúan desapareciendo.
DESCONECTADOS DE LA NATURALEZA
“Tenemos el problema de la falta de cultura, del desconocimiento, de la ignorancia sobre la importancia de un árbol; no reparamos que este árbol da frutos, que hay aves. No valoramos lo valioso de nuestro medio ambiente. Estamos desconectados de la naturaleza”, apuntó el también integrante de la Fundación Mangle Negro.
Por su parte, Máximo Ibarra Borbón, dirigente ambientalista de la región, dijo que la pérdida gradual de la flora y fauna del sur de Sonora, es una prueba más de que a las autoridades de los tres niveles de Gobierno no les interesa el entorno ambiental, como ocurre también, por ejemplo, con los basurones a cielo abierto y los daños causados por el uso indiscriminado de agroquímicos.
“Los alcaldes sólo tratan de quedar bien en la ciudad, en el área urbana. Todos los presidentes municipales son iguales, ya que lo que ocurre en la ecología no les importa. Eso no les reditúa para sus fines políticos. Ellos solamente buscan las obras de relumbrón y luego lo de siempre, que es buscar otros puestos en la política”, señaló.
“Además, los ayuntamientos no cuentan con reglamentos para atender problemas como la tala indiscriminada de árboles, o bien están muy limitados en sus facultades, no hay sanciones, por eso muchos agricultores, industriales y personas en general, hacen lo que les pega la gana”, manifestó.
SE ACABAN LAS PLANTAS MEDICINALES
Por si fuera poco, las plantas nativas medicinales también se están acabando con la imparable deforestación y desmonte de las áreas mencionadas, por lo que dirigentes indígenas de Masiaca hicieron un llamado a la concientización para el cuidado de nuestro medio ambiente.
Martín Leyva Valenzuela, dirigente de autoridades tradicionales de Masiaca, reveló que existen alrededor de 250 plantas curativas utilizadas no sólo por la Tribu Mayo, sino por la población en general.
“Los ricos y los pobres; los indígenas y los yoris; todos las usamos para curar, desde una simple infección, hasta el cáncer, pero, lástima, están arrasando con ellas”, agregó.
Mencionó que entre las principales plantas están la hoja de mezquite, el wereke, guásima, toji, torote rojo, pitahaya, mezcal, aceituna silvestre, nopal, mariola, sábila, orégano y chiltepín, entre otras.
Leyva Valenzuela lamentó que el mismo pueblo indígena esté dañando la ecología, al tumbar árboles para sacar el carbón, así como el mezcal para venderlo en Hermosillo y otros lugares.
PIDEN APOYO AL GOBIERNO
Verdugo Matuz anunció que el 29 de junio se llevará a cabo en Sirebampo una Feria de la Pitahaya, donde se expondrá la gastronomía y artesanía de esta región, pero también se aprovechará para pedir al Gobierno que apoye más las riquezas naturales y que haga algo para acabar con la deforestación.
“Si hay tanto cáncer, es precisamente porque las autoridades están permitiendo la venta y consumo de tantos alimentos con químicos. Ya es hora que se fije y apoye más lo natural, a nuestros montes, que nos ayude para que cada vez más haya pequeñas empresas”, dijo.
Destacó que “es mucho lo que se puede sacar de la pitahaya, que además es buena para el cáncer, pero también hay muchos otras plantas y frutos naturales muy buenos para aliviar otras enfermedades”. “Que el Gobierno ya deje de pelarse por cuestiones políticas, que mejor cuide el medio ambiente y deje un mejor lugar para nosotros, para nuestros hijos y nietos, para las nuevas generaciones”, finalizó.