Por: Eduardo Sánchez
“Este instrumento existe en la mayor parte de los hospitales públicos y sirve para que en la primera consulta de urgencias se evalúen las prioridades de atención, privilegiando la posibilidad de supervivencia, de acuerdo con las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles”, detalló Silva Baltazar.
“No amenaza la vida al momento que se recategoriza una persona en este rango, se puede ofrecer un pequeño tratamiento y se le orienta para que acuda a su Centro Integral de Atención a la Salud, clínica o módulo correspondiente, para que se atienda el padecimiento de primer nivel”, expresó el especialista del Isssteson. Al referirse a la categorización amarilla, indicó que se trata de una situación que requiere hospitalización transitoria o de corto tiempo, para determinar con algunos estudios si la persona tiene una urgencia con algún padecimiento que eventualmente pueda poner en riesgo la vida o la función de algún órgano. “Si en el primer filtro de urgencias determinan que el paciente está en la categorización roja, es cuando se trata de una situación que pone en riesgo la vida y que de no atenderse en los siguientes minutos el paciente pude fallecer”, precisó Silva Baltazar.