Por: Eduardo Sánchez
Además, sicarios se enfrentaron en los puntos de El Trigo y la “Y” griega que conecta Tarachi y Matarachi.
Los ataques armados se registraron durante todo el sábado y domingo y la ley brilló por su ausencia.
Confían en que la única esperanza es que la Guardia Nacional intervenga, "ya que la sierra está convertida en el meritito infierno”.
Hasta el momento, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) no ha emitido respuesta sobre los hechos.
Ayer, vecinos de Sahuaripa informaron que elementos del Ejército mexicano y agentes de la Policía Estatal arribaron a esa cabecera municipal; sin embargo, el problema más serio se ubica en las rancherías de la sierra alta, lugar a donde no acuden las autoridades castrenses.
PROBLEMA AÑEJO
En 2010, esas mismas comunidades fueron asediadas por el crimen organizado, al grado de que sus habitantes se impusieron un toque de queda. Derivado de ello, los jóvenes comenzaron a emigrar a otros municipios o hacia Estados Unidos, y las actividades económicas, como la ganadería y la agricultura, solo fueron prácticas de supervivencia.
En aquel entonces se analizaba el cierre de la Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria No. 14, situación que se vivió en otras comunidades, como La Iglesia.
Ese año, los habitantes de Sahuaripa informaron que por las noches, los caminos serranos se habían vuelto intransitables debido a la presencia de gente armada, la cual era escoltada por las propias policías. Los grupos criminales cometían abusos y atropellos en contra de los lugareños, indicaron, además cobraban cuota los comerciantes a cambio de supuesta protección, pero si no "jalaban", secuestraban y torturaban a algún familiar.