De 47 mil hectáreas, en los municipios de Navojoa, Huatabampo y Álamos
Por: Raúl Armenta Rincón
El Pitayal es un ecosistema único en el mundo, conocido así por la alta densidad de los individuos de pitayas marismeñas (Stenocereus thurberi) en la región.
No hay en otro lugar la cantidad de individuos por hectárea como existe en esta zona comprendida por los municipios de Huatabampo, en su mayor parte, Álamos y Navojoa.
La bióloga Lydia Lozano Angulo, directora de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI) en esta región, lamentó que, como muchos sitios naturales de gran importancia en el mundo, el Pitayal enfrenta diversas amenazas para sobrevivir, siendo la extensión de la frontera agrícola la presión más fuerte.
Reveló que, en México, más de 800 mil hectáreas de ecosistemas desérticos asociados a las pitayas han sido deforestados con propósitos de agronegocios y de granjas de camarón.
Por lo que respecta al del sur de Sonora, casi la mitad del pitayal ya ha sido limpiado, la mayoría desde los años ochenta.
Dijo que Naturaleza y Cultura internacional ha logrado identificar un remanente único de 47 mil 270 hectáreas, de las cuales son poseedores de la tierra ocho comunidades indígenas Mayo-Yoreme, algunas de ellas con más riesgo que otras de perder su pitayal para siempre.
Por esta razón, y muchas otras, esta zona debería protegerse bajo cualquier esquema de conservación disponible, y por ello NCI ha logrado sumar diferentes socios en la propuesta y promoción de una Área Natural Protegida de carácter estatal: La Reserva Estatal El Pitayal, agregó.
Lozano Angulo reconoció que el proceso es complejo y toma tiempo, ya que se requiere que la dependencia en el estado encargada de la promoción, declaratoria y manejo de estas áreas se sume al proyecto, así como los gobiernos municipales y locales, y más importante: los ejidos y las comunidades.
Informó que NCI ha concluido con el levantamiento de información técnica del sitio, los cuales enaltecen los atributos naturales del sitio, en especial sobre su biodiversidad.
También, indicó, se ha hecho el contacto inicial con las comunidades para informarlas sobre el proceso y hacer énfasis que los procesos de declarativa de áreas naturales protegidas en el país dependen siempre de la aceptación y del diseño del uso del sueño de las comunidades.
Las autoridades de todos los niveles han sido partícipes, promotores y supervisores de los procesos de creación de la justificación de la declarativa, afirmó.
La bióloga Lydia Lozano mencionó que la pandemia del Covid-19 ha detenido todos los procesos que involucran a las comunidades de la zona, con la finalidad de resguardar su integridad y salud, pero se busca retomar las actividades en cuanto las condiciones sean más favorables.