Sufre cuatro fallos cardiacos; urge su cirugía, pues de ella depende su calidad de vida. Aquí te decimos cómo puedes apoyar
Por: Raúl Armenta Rincón
Familiares del niño Ramón Fidencio Gastélum Cruz, de cinco años de edad, que vive en La Uvalama, comunidad del municipio Álamos y que sufre tetralogía de Fallot, solicitan ayuda para una cirugía a corazón abierto.
El dirigente social José Manuel Escobedo Prieto informó a Diario del Mayo que se realizan las gestiones para que el Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES) no cobre la operación del menor, la cual tiene un costo de 150 mil pesos.
Sin embargo, se necesita apoyo de la ciudadanía para el traslado y estancia de los familiares en la capital de la entidad, ya que son de muy escasos recursos económicos.
Quienes deseen ayudar pueden ir a dicha comunidad, que se localiza por la carretera Navojoa-Álamos, dos kilómetros antes de llegar a la cabecera municipal, y acudir con la señora Ubalda Cuéllar Gómez, abuela de Fidencio; también pueden marcar al número 64-71-02-35-09, de José Manuel Escobedo.
Cuando tenía tres años, el pequeño fue abandonado por su madre, por lo que su abuela paterna se hizo cargo de él y tiene la custodia legal.
Doña Ubalda tiene una carta informativa del Departamento de Cardiología del HIES, en la que la doctora Silvia Salomé Ruiz Gómez explica la urgencia de la cirugía al niño.
La tetralogía de Fallot es una afección poco frecuente causada por una combinación de cuatro defectos cardiacos presentes al momento del nacimiento, los cuales afectan la estructura del corazón y hacen que fluya sangre con una cantidad insuficiente de oxígeno hacia el resto del cuerpo.
En general, los bebés y los niños que padecen la tetralogía tienen la piel azulada porque la sangre no transporta suficiente oxígeno.
A menudo, el padecimiento se diagnostica durante el primer año de vida o inmediatamente después; a veces, según la gravedad de los defectos y de los síntomas, no se detecta hasta la edad adulta.
Todos los bebés que tienen la tetralogía de Fallot necesitan cirugía correctiva; además, las personas con esa condición requieren controles habituales con el médico de por vida y pueden tener restricciones de la actividad.