Navojoenses exigen resolver problema vial del ferrocarril

Vecinos señalaron que ya debe resolverse el caos que provoca el paso y los movimientos del tren en los cruceros de Allende y Abasolo

Por: Raúl Armenta Rincón

Tras la muerte de un ciclista que fue arrollado por el tren en días pasados, habitantes de diversas colonias de Navojoa, especialmente del Sector Oriente, retomaron el problema que causa el ferrocarril y exigieron a las autoridades una solución.

Los vecinos señalaron que ya debe resolverse el caos vial que provocan el paso y los movimientos del tren en los cruceros de Allende y Abasolo, lo cual representa una de las más añejas y principales problemáticas de esta ciudad.

Lo anterior afecta, sobre todo, a miles de habitantes de colonias como la Sonora, Aviación, Francisco Villa, Tierra y Libertad, López Nogales, Aeropuerto, 16 de Junio, entre otras, quienes demandaron la reubicación de los patios de maniobras.

“Ya estamos hartos de lo que hace el tren, y todos los días y en las horas "pico", señaló Rodrigo Quintero, que vive en la Sonora, quien agregó que el problema tiene más de 50 años.

PROBLEMÁTICAS

Eloísa Villalba del fraccionamiento Aeropuerto, dijo que en varias ocasiones se ha manejado el proyecto de reubicar los patios al norte o sur de la ciudad, muy retirados, donde dichos movimientos no generen molestias, “pero nada se ha hecho, puras promesas, nada más”.

Los vecinos inconformes comentaron que, ni siquiera por los accidentes que hay, las autoridades de los tres niveles de Gobierno se dignan a atender la problemática.

Subrayaron que Navojoa sigue creciendo mucho hacia el Sector Oriente y por ello los congestionamientos son cada vez mayores, por lo que ya es hora que se haga al respecto.

Otro habitante de esa zona de la ciudad, Felizardo Yocupicio, mencionó que Ferromex siempre tiene como justificación o argumento, para no solucionar las cosas, que “el tren llegó primero aquí”.

Otros problemas que se derivan de lo anterior es que muchos “trampitas” se esconden en los vagones varados en el crucero de la Allende, para después asaltar y cometer otros delitos.