Factores climatológicos han mermado la productividad, sumado a efectos externos como el “coyotaje”, que amenaza con reducir el número de productores
Por: Édgar Coronado
En los últimos años, la labor para el apicultor ha ido en decadencia, por diversos factores, como los cambios climatológicos, sumados a la deforestación, los que han provocado una reducción en la producción de miel, dejando a la actividad a la baja y cada vez menos redituable.
A nivel sur de Sonora, los ataques por abejas se han vuelto más frecuentes en los últimos meses, lo que ha ocasionado, además, el combate directo contra los insectos, aportando a la eliminación de cientos de enjambres y terminando por afectar a la actividad primaria.
DESAFÍOS
Actualmente, el sector está enfrentando varios desafíos que ponen en riesgo su actividad. El principal de ellos es la sequía, lo que afecta directamente la producción de miel, pero también la deforestación, pues la tala desmedida ha afectado especies endémicas, acabando con parte de su hábitat natural.
En contraste, la producción de miel ha disminuido, en comparación con años anteriores. Por ejemplo, en 2020 se contabilizaban 420 barriles de producción como el punto meta, mientras que la producción actual es de 294 barriles en promedio.
BAJA PRODUCCIÓN
Huber Aguilar, apicultor en el Municipio de Álamos, explicó que en el último año la generación de miel cayó, en lo particular, hasta en 50%, asociado a la falta de agua, lo que, en contraste, provocó que no hubiera crecimiento de flor, dando como resultado una menor producción de miel.
Al destacar que el tiempo de frío no es para producir, en esta temporada de primavera hay pocas esperanzas, por contar con una cosecha positiva, afectado por las condiciones climatológicas.
MENOR INTERÉS
En el Valle del Mayo el interés por convertirse en apicultor cada vez ha sido menor, debido a que en los últimos años la producción no ha ido a la par de la utilidad, afectando la economía de quien se dedica a la labor primaria.
“COYOTAJE”
También el “coyotaje” de la miel ha sido uno de los puntos en contra para el apicultor, pues los comerciantes compran miel virgen y la rebajan con otros ingredientes, lo que afecta su esencia y daña la imagen del productor.
Gonzalo Poqui, quien cuenta con más de cuatro décadas como apicultor en Navojoa, mencionó que, lamentablemente, se ha estado comercializando en la región miel adulterada, rebajada y afectando su esencia principal.
Dijo que esto impacta al productor, principalmente, al quitar credibilidad a su trabajo y especular sobre el proceso que se realiza, todo a causa de comerciantes que buscan ganar un poco de dinero con la implementación de otros ingredientes, algunos sin ser buenos para la salud.
“La gente debe conocer la miel. Esta miel adulterada está enfermando a más personas; muchos no se dan cuenta y los comerciantes sólo se fijan en el dinero, sin pensar en el daño”, destacó.
LIMITANTE
Recordó que son factores que terminan por afectar la labor de los pocos apicultores que quedan, en algunos casos, demeritando el trabajo de meses y obligando a que muchos, ante el desprestigio, opten por dejar la actividad.
“Este es un trabajo que a mí, en lo personal, me ha gustado, pero es triste ver cómo otros se aprovechan, como este caso, donde están adulterando la miel sólo para ganar un poco de dinero, cuando bien pudieran trabajar en la producción”, declaró.
OTROS FACTORES
También factores como el uso de insecticidas y la explotación de abejas para polinización de cultivos, son factores que están poniendo en riesgo la apicultura en Sonora.
Debido a esta situación, que está impactando de forma negativa al desarrollo natural, especialistas advierten que es necesario que diferentes sectores se involucren en la regulación de las abejas para evitar una afectación al equilibrio ecológico.
REDUCCIÓN
En la última temporada, la generación de miel para algunos apicultores del sur de la Entidad cayó hasta 50 por ciento, pues factores como la deforestación e, incluso, los efectos climatológicos mermaron la productividad.
Entre 2020 y 2021 la productividad de los apiarios disminuyó drásticamente, llegando al nivel de sólo ocho kilos por colmena, cuando normalmente este oscila entre 15 y 20 kilos.
MORTANDAD
En Sonora, anualmente mueren, en promedio, de 600 mil a mil 200 millones de abejas, lo cual corta la función de polinizar, ya que sin las abejas se compromete la producción y el rendimiento de los cultivos.
Aunque México ocupa el noveno lugar en la producción de miel y el quinto como exportador, año con año la labor del apicultor se ve comprometida por agentes externos, algunas condicionando la actividad productiva.