Mesa del Seri: Entre olor a campo y a muertos

Cambia el panorama al ingresar al poblado, pero tienen el problema del crematorio que trabaja 24 horas del día

Por: Yamileth Hernández y Erik Castillo

El olor a campo y los diver­sos sabores de la comida casera de la comunidad de la Mesa del Seri, es lo que la caracteriza, además de sus pai­sajes, su gente y su autenticidad, que a lo largo de los años no ha cambiado.

La comunidad de la Mesa del Seri está a 20 minutos de la capi­tal sonorense, por la carretera a La Colorada, un camino tranquilo y señalado, y aunque no está tan alejado de la ciudad, al llegar a este lugar hasta el aire cambia, el ambiente y los colores de los árboles.

Su gente se conoce muy bien, ya que no son muchas las fami­lias que ahí habitan, pero, algo de lo más reconfortante es platicar con los adultos mayores, quie­nes tienen anécdotas que contar, pues la mayoría de ellos nacieron, crecieron y siguen viviendo en ese lugar.

Doña Rosario Covarrubias Lu­na es una de las pocas personas que tuesta café en la comunidad, y a sus 75 años de edad, sigue activa, también haciendo tortillas y como toda una ama de casa, sigue teniendo el sazón de co­mida casera, algo que también caracteriza a las mujeres de la comunidad.

"Vivimos muy a gusto, bien tranquilos, me la llevo en la som­bra del árbol viendo pasar a la gente, aquí se nos han pasado los años. Sí se han visto cambios, pocos, pero siempre se ha visto que han hecho algo.

"Antes yo vendía comida y co­mo mi esposo trabajaba en una granja, llevaba tamales y tortas de jamón; la gente que llegaba aquí a la casa sabía que tenía siempre tamales y desde la entrada de La Mesa se venían a comprar. Mi esposo falleció hace 15 años y ahora nada más me dedico a la casa y a tostar café", contó.

Los habitantes de La Mesa saben que doña Rosario es una persona adulta mayor, quien a veces por cuestiones de la edad no puede caminar bien, por ello siempre están al pendiente de lo que se le ofrezca, algunos hasta tortillas le mandan para que no le hagan falta.

Con su trabajo tostando café, doña Rosario gana unos pesos más, además de la pensión que recibe, por eso puso a disposición de todos sus servicios.

"Mucha gente viene a com­prar, también los vecinos; ade­más llegan personas desde Her­mosillo a que les tueste café, yo les pido que traigan todo porque yo no tengo para invertir y com­prar, les pido que traigan el café y la azúcar, ya lo demás lo hago aquí afuera a la leña y después muelo el café, queda muy rico, la verdad", manifestó doña Rosario.

LOS TAMALES DE LA MESA

El sazón de las mujeres de La Mesa es algo que las caracteriza, que desde años han tenido y por genera­ciones se han dedicado a la venta de comida, principalmente de tamales, los cuales son muy cotizados en esa zona, pero también en Hermosillo, ya que ciudadanos llegan hasta la localidad por sus pedidos.

Teresa Tinoco tiene toda su vida en esta comunidad y desde pequeña comenzó a hacer comi­da para vender y los tamales son su especialidad, ya que la receta se la pasó su mamá. Hoy en día vive tranquilamente con su espo­so, pero a diario vende tamales, algo que a ella le encanta hacer.

"Aquí siempre tiene algo que hacer uno, nos ponemos a lim­piar el porche, a deshierbar, nor­malmente hago tamales todos los días y los vendo, pero cuando no hago me pongo a hacer empa­nadas, caldos, pan, de todo, aquí todos hacemos de todo.

"Y es lo bonito pues, vivir aquí en La Mesa es muy bonito, yo creo que si me hubiera ido a Her­mosillo a vivir no haría todo lo que hago aquí; hubo un tiempo que me fui a Hermosillo y no me gustó la ciudad, tanto carro, tanta gen­te, y mejor me regresé a mi casita y a mucha gente así le pasa, se va, pero más tardan en irse que en regresar, es que la vida aquí es muy bonita", contó.

FALTA DE OPORTUNIDADES Y VANDALISMO

Una de las cosas que habitan­tes de la Mesa del Seri anhelan es contar con una fuente de trabajo para los jóvenes, como la tenía antes, con un rastro, por lo que esperan que alguna fábrica se establezca en el lugar.

A pesar de cómo viven, la Me­sa del Seri no se salva del vanda­lismo, que, aunque es poco, po­ne en revolución a los vecinos, ya que hoy en día no pueden dormir afuera de sus casas en un catre, por el peligro que representa.

"Hay preocupación por el van­dalismo, hay muchos niños que no van a la escuela y andan en la calle, se ha perdido un poco ese valor que antes todas las familias tenían, pero, aun así, muchos preferimos vivir en el campo que en la ciudad.

"A lo mejor si contáramos con alguna fuente de empleo, los muchachos no anduvieran en la calle sin hacer nada, ya que no van a la escuela pues que se pusieran a trabajar, yo creo que es todo lo que le falta a La Mesa", comentó un residente del lugar.

EL DRENAJE

Aunque cuen­tan con servicios públicos, algo con lo que han batallado por años es con la falta de drenaje y las casas cuen­tan sólo con fosas sépticas y contar con el servicio es un anhelo que todos tienen.

"Pasan y pasan candidatos, diputados, alcaldes, todos pa­san por aquí prometiendo que pondrán el drenaje y es hora que tenemos fosas solamente; no sabemos por qué no se ha hecho esa obra que necesitamos todos y por salud más que nada. Imagínate tener drenaje aquí, eso sería magnífico. Esperemos que no nos tomen el pelo como antes y ahora sí nos cumplan", señaló Teresa Tinoco.

EL CREMATORIO

Desde hace tiempo los resi­dentes de esta comunidad han batallado con las horas en las que labora el crematorio, ya que día y noche realizan ese trabajo.

“Tenemos entendido que el crematorio debería estar incine­rando los cuerpos en la madru­gada, pero este crematorio todo el día está cremando los cuerpos y nadie puede hacer nada, noso­tros ya lo reportamos, pero nadie viene.

“Ellos tiene todos los servicios, pero se nos hace muy raro que un cable de la luz que puso la CFE pase por en medio de un pre­dio privado que está a un lado del crematorio, eso no debe ser y nadie hace na­da; ojalá alguien viniera para que les diga cómo de­ben trabajar y no estén cremando a todas horas, es molesto", comentó Margarita Encinas.

Los habitantes de La Mesa del Seri durante años han vivido bien, con altas y bajas, como en todos lados, pero una cuestión que es indispensable es la seguri­dad, por lo que esperan que más unidades policiacas acudan a dar rondines, ya que eso es algo de lo que carecen.