Las máscaras son elaboradas por José Gil Jocobi Verdugo, artesano tradicional
Por: Marisela Valenzuela
Alrededor de 30 máscaras de fariseos mayos, están listas para que los promeseros indígenas las porten este viernes 19 de febrero, durante la celebración del primer Conti de cuaresma.
José Gil Jocobi Verdugo, artesano y fariseo misionero por más de 20 años preservando la tradición, mencionó que inició la elaboración de las máscaras en el mes de diciembre y ya están lista para entregarlas a sus dueños.
El descendiente indígena de la comunidad de “Los Viejos”, en el Municipio de Etchojoa, dijo que las máscaras son elaboradas con pieles de borrego, chivo, jabalí, gato montés, coyote y matuparis, según el gusto de quien la portará.
“Las pieles en ocasiones nosotros los artesanos las compramos, pero hay promeseros que nos traen la piel, según su gusto, y presupuesto, las más complicadas para trabajar son las pieles de pelo largo, porque tenemos que trabajarlas con más cuidado, y son las más caras”, agregó.
Explicó que la máscara es efímera, significa que solo se puede utilizar en una temporada, pasando los 45 días (cuaresma y semana mayor), el promesero la debe de incinerar, acto de purificación, dejando en ella el sacrificio, sudor y pecados que son liberados el sábado de gloria o domingo de pascua, según el pueblo indígena.
La elaboración de la máscara lleva todo un proceso, desde el lavado de la piel, secarla, estirarla, disecado con ceniza para que quede dura, y soporte las inclemencias del clima, posteriormente se corta según el diseño y se arma, una vez ya formada, se rasura la parte de la cara, y se pintan ojos, boca, dientes, y se le colocan las orejas y nariz.
El costo varía según la piel del animal, por ejemplo las máscaras de chivo con cabello largo, ascienden desde 3 mil hasta 4 mil 500 pesos, pero hay otras de mil a 2 mil pesos, ya es decisión de quien está haciendo la promesa, el tipo de máscara que utilizará durante los días de cuaresma.
El artesano tradicional comentó que desde sus bisabuelos han fomentado las tradiciones indígenas, desde la danza del pascola, venado, fariseos, así como la elaboración de los instrumentos que portan los fiesteros durante las celebraciones de la Etnia Mayo.
“En mi familia hemos tratado de trasmitir nuestras costumbres y tradiciones a todos los descendientes, mis hijos entienden y hablan la lengua mayo, también les enseñamos a elaborar artesanías, pero lo más importante es que continúen y no se pierda nuestra lengua materna”, destacó.