Las “garzas ganaderas” embellecen Hermosillo

Por: Eduardo Sánchez

Las "garzas ganaderas" (Bubulcus ibis) se encuentran en Hermosillo y están en su proceso de apareamiento y reproducción en la zona que hace más de una década eligieron para ese proce­so, los árboles del bulevar Quiro­ga final.

Santa Aurora Nápoles Truji­llo, titular del Instituto Munici­pal de Ecología (IME), informó que ya se tomaron acciones de prevención y protección para los bellos ejemplares de las aves ori­ginarias de Asia y África, como parte del compromiso que el Ins­tituto tiene con la ecología y los hermosillenses.

Detalló que realizarán traba­jos de limpieza para retirar la basura y el escombro de la zona, colocarán letreros para evitar que las garzas ganaderas sean molestadas, irrigarán el canal con agua tratada para mejorar las condiciones de la vegetación, continuarán los moni­toreos y se coordinarán con Seguridad Pública para evitar vandalismo en el área.

Sobre el ave, Nápo­les Trujillo explicó que el proceso de anidación en la zona dura desde abril hasta el mes de octubre, por lo que se mantendrá el operati­vo hasta entonces.

Actualmente, en el último censo que realizó el personal del IME arrojó que hay 237 indivi­duos, distribuidos en 166 nidos en 14 árboles ubicados en el si­tio.

Las características de la gar­za blanca o garza ganadera son el pico amarillo, robusto, cuello corto, ancho y relativamente en­corvado, plumaje blanco, patas amarillo grisáceo.

Sobre el curioso proceso de apareamiento, la directora del IME describió que los rituales e cortejo de los machos para atraer a las hembras van desde aleteos, cantos y apuntar el pico hacia arriba.

"Sólo en época de apareamien­to estas aves desarrollan una co­loración naranja en las plumas de la espalda, cuello, cresta, pico y patas, ya que esto las hace más vistosas", afirmó.

Nápoles Trujillo afirmó que el espectáculo que brindan es­tas aves es digno de observarse, conservarse y cuidarse, por lo que solicitó el apoyo de los her­mosillenses, en caso de tener la oportunidad de verlas, favor de no molestarlas o invadirlas.