Jhosep inicia su viaje con destino al cielo. Brillará entre las estrellas

Su lucha contra la leucemia conmovió a muchas personas quienes se unen en solidaridad con su familia

Por: César Leyva

La luz de Jhosep Alexander, el pequeño que soñaba con viajar al espacio y tocar las estrellas, se ha elevado más alto que nunca.

Tras casi tres años de enfrentar con una fuerza extraordinaria la leucemia linfoblástica aguda, el niño de once años originario de Ures, Sonora, falleció, dejando una profunda huella en quienes conocieron su historia.

Jhosep esperaba un trasplante de médula ósea y, aun desde el hospital, mantenía la esperanza intacta. Solicitaba donadores de plaquetas para poder mantenerse fuerte y continuar su tratamiento, mientras su familia realizaba diversas actividades para reunir los recursos necesarios.

El menor fue velado en Ures donde sobre su ataúd blanco se colocó si casco de astronauta y decenas de arreglos florales hicieron sentir acompañada a su mamá y demás familiares. Esta tarde fue despedido en el panteón donde se soltaron globos azul y blancos al cielo como un signo del viaje que ha emprendido. 

UN LEGADO QUE BRILLARÁ POR SIEMPRE

Pero incluso en medio de su propia batalla, él decidió mirar por otros y junto a su mamá, Francisca Vázquez, organizaba cada año una posada para niñas y niños con cáncer del Hospital Infantil del Estado, una tradición nacida de su enorme corazón.

Desde que comenzó su tratamiento, Jhosep y su mamá vendían "donitas espaciales", gomitas enchiladas y otros postres para solventar gastos, siempre con una sonrisa, siempre con un sueño en la mirada: convertirse algún día en astronauta de la NASA.

Su pasión por el universo y su ternura conquistaron a miles de personas a través de la página de Facebook "Juntos Unidos x Jhosep Alexander", donde su historia se volvió símbolo de lucha, esperanza y unión.

LLEGÓ A SU DESTINO

su mamá compartió un mensaje que llenó de tristeza a quienes acompañaron su travesía:

"Mi chualero astronauta ya llegó a su destino, después de muchas misiones, de muchos meteoritos y basura estelar, mi chualero astronauta ha llegado al cielo".

Hoy, quienes siguieron su historia lamentan profundamente su partida, pero también celebran la manera en que este pequeño guerrero enseñó que incluso en los días más difíciles se puede compartir luz.

Jhosep, el niño que miraba al cielo soñando con estrellas, se ha convertido ahora en una de ellas. Su legado de generosidad, lucha y amor seguirá orbitando en cada corazón que tocó.