Por: Eduardo Sánchez
Pedro Díaz Félix señaló que cuando una persona tiene sospecha de que está enfermo de dengue, se dirige a hacerse un examen de reacciones febriles, de los cuales a entre 5 y 10 personas al mes se les diagnostican padecimientos como rickettsia, fiebre tifoidea o brucelosis, cuando en realidad no las sufren.
Díaz Félix indicó que, a causa de estos errores, los pacientes toman fármacos que no necesitan, los cuales suelen ser agresivos para el cuerpo, con lo que se daña, principalmente, el tubo gastrointestinal, por lo que la gente no lo tolera y vomita, así como dolor de cabeza y malestar general.
Externó que, si a alguna persona le diagnostican una de estas enfermedades, pueden acudir al área de Epidemiología de la Secretaría de Salud o con él mismo, en la Dirección de Salud, para la confirmación o negación del diagnóstico.
"Pueden dirigirse con su servidor o a Epidemiología, para tener un diagnóstico más confiable y no se expongan a ingerir medicamentos innecesarios. A veces dan tratamientos muy agresivos que hacen más daño que beneficio", detalló.