En el abandono permanece la tumba de los Mártires de Sahuaripa en Navojoa

Los restos de los precursores de la Revolución Mexicana en Sonora descansan en el Panteón Viejo el cual ha sido vandalizado quedando en el olvido

Por: Raúl Armenta Rincón

Abandonada y vandalizada se encuentra una de las primeras tumbas del Panteón Viejo de Navojoa, la de los Mártires de Sahuaripa, Severiano Talamante y sus dos hijos: Severiano y Arnulfo, quienes fueron fusilados el 29 de enero de 1911, dos meses después de que iniciara la Revolución Mexicana.

"Tenía tres pilares, con bonitas argollas, adornos y estructuras en cada uno de ellos; era la mejor de todo el panteón, pero con el paso de los años los vándalos casi acabaron con esto que realmente era un monumento", expresó el señor Ramón Velázquez, uno de los panteoneros.

Actualmente sólo queda la base y una parte de un pilar, mientras que otro yace en el suelo, en un área donde es evidente el deterioro del cementerio.

SIN RESGUARDO DE LAS AUTORIDADES 

"Es una lástima también que los gobiernos nunca se hayan preocupado por resguardar y cuidar esta tumba histórica; pero pues esto no es más que un claro ejemplo del abandono en el que siempre ha estado el Panteón Viejo", agregó.

Por su parte, Javier Félix Gastélum, historiador de Navojoa, lamentó también el que se haya vandalizado algo tan valioso y en recuerdo del general Severiano Talamante y sus hijos Severiano y Arnulfo.

OLVIDAN EJEMPLO

El sacrificio de los tres, dijo, simbolizó el bautizo de sangre de la Revolución Mexicana en Sonora, a través de su lucha que iniciaron en Navojoa el 10 de enero de 1911 en pro de la libertad y democracia que enarbolaba Francisco I. Madero, siendo los Talamante un ejemplo y guía para muchos mexicanos.

Félix Gastelum recordó que fue en Sahuaripa, Sonora donde durante tres días, 72 hombres, a cargo de don Severiano, cansados del régimen de Porfirio Díaz, defendieron la plaza en contra de 800 soldados, en una lucha desigual que no amedrentó al general y a sus hijos, quienes defendieron ferozmente los ideales revolucionarios.

Después de demostrar su valentía y pelear para que los mexicanos tuvieran todos las mismas garantías, por el Sufragio Efectivo y No Reelección, fueron hechos prisioneros y murieron el 29 de enero de 1911.

"En honor a la gesta heroica de los Talamante, se erigió un monumento en la entrada norte de Navojoa, popularmente conocido como los "Tres Picos", además de que una de las principales calles y escuelas de la ciudad llevan ese nombre", apuntó el historiador.