Mazón siempre tuvo lo mejor y ya se remodela el edificio para abrir un centro comercial en pleno centro de la capital del Estado
Por: Sebastián Moreno
Lo que fue la primera tienda departamental en Hermosillo, con la modernidad de escaleras eléctricas para ir al segundo piso y el tradicional “Santoclós” en la época navideña, el edificio de Mazón Centro, está a punto de albergar el llamado Mall Chino.
Ubicado en el sector de las calles Guerrero y Plutarco Elías Calles, varias generaciones de hermosillenses y visitantes de los ejidos y comunidades cercanas, llegaban a la tienda en las fechas decembrinas para escuchar una y otra vez, año con año, los repetidos chistes y cuentos que se transmitían por medio de una bocina al exterior.
Dentro de la tienda, en el aparador principal, el muñeco con la figura y vestimenta de Santoclós realizaba movimientos mecánicos que simulaba tener vida y que miles de niños de los años 1970 a finales de la década de 1990, se ilusionaban sintiendo que habían estado cerca de Santoclós.
La tienda Mazón Centro cerró sus puertas y durante algunos años recientes el edificio fue ocupado por una empresa mueblera y ahora, está en remodelación e incluso ya empezó a llegar mercancía que se ofertará en el anunciado Mall Chino.
Decenas de trabajadores realizan retiro de escombro de muros modificados y otros terminan de detallar los interiores mientras que en la parte que quedó remozada, ya se almacenan cajas con infinidad de productos chinos que se pondrán a la venta.
26 AÑOS COMO AMBULANTE EN LA BANQUETA
Para Jesús Figueroa y su esposa Blanca de Figueroa, las cosas cambiarán un poco pero consideran que para mejorar, luego de que llevan 26 años en la banqueta dedicados al comercio ambulante de productos regionales.
“Este punto de venta lo inició mi madre hace 36 años y desde hace 26 lo atendemos nosotros, vendiendo nopales, chiltepines, miel, pinole, quelites, verdolagas y muchos productos regionales más".
“Los empresarios chinos que rentaron el edificio nos dijeron que no tienen problema en que sigamos aquí, aunque nos pidieron ajustar un poco el espacio y mantener ordenada y limpia esta parte”, comentó Jesús Figueroa, mientras su esposa seguía con la labor de cortar pencas de nopal para empacarlo en bolsas.
Con los 36 años que llevan en ese puesto, los 26 a cargo de ellos y los otros diez del inicio, dijeron que a ellos les tocó vivir las escenas donde cientos de familias llegaban en diciembre a pasar mucho tiempo escuchando los chistes del “Santoclós”.
Es parte de la historia, dijo, que ahora, de haber sido la tienda donde mucha gente compraba ropa, zapatos y enseres, en unas cuantas semanas será este Mall Chino en el que se dice, habrá infinidad de artículos.
“Y eso nos beneficiará porque habrá mucha clientela que llegue a la tienda y de pasada, algo nos comprarán en el puesto”, indicó.