Por: Eduardo Sánchez
En entrevista con medios informativos, manifestó que "empezamos desde el Miércoles de Ceniza y ya terminamos los 40 días que el Señor estuvo en el desierto".
Manifestó que por eso se persignaron, con la misma ropa que permanecieron durante esta cuarentena, "porque nos entregamos al Señor y le entregamos nuestra pureza a él".
De acuerdo con este ritual, inicia el Miércoles de Ceniza, cuando los penitentes yaquis llamados fariseos, empiezan su deambular por las calles de la ciudad, y danzan, para pagar mandas a Dios o recibir un milagro.
Su atuendo consiste en máscara elaborada de piel de animales, pantalón y camisa blancos, huaraches, y acompañan sus pasos de danza pascola con un tambor y sonajas, además de los característicos cascabeles en las piernas y la cintura.
Debido a la obligación religiosa de 40 días que viven, no deben hablar, ni bañarse, no ingieren bebidas embriagantes, algunos duermen a la intemperie y también guardan de no tener relaciones sexuales.
Son diversas colonias donde los indígenas yaquis instalan sus ramadas, puntos de reunión para realizar estos rituales durante Cuaresma y Semana Santa.
Rentería Jaques dijo que han abierto estas ceremonias para que las vea la gente, con el propósito de que conozcan estas tradiciones y también para preservarlas.