Más de 35 mil hectáreas han sido taladas, pero quedan 75 mil, dice la ONG Naturaleza y Cultura Internacional
Por: Raúl Armenta Rincón
En el sur de Sonora, en un área comprendida entre los municipios de Navojoa, Huatabampo y Álamos, se halla una gran riqueza natural: el matorral costero espinoso con la más alta densidad de pitahayas dulces en el mundo.
Sin embargo, durante los últimos años, dicho bosque ha enfrentado muchas amenazas, como la agricultura, que lo ponen en riesgo.
De acuerdo a la organización no gubernamental Naturaleza y Cultura Internacional, más de 30 mil hectáreas han sido taladas desde la década de los ochenta, pero aún quedan alrededor de 75 mil, que es necesario proteger bajo cualquier esquema de conservación disponible.
Miguel Ángel Ayala Mata, director de esa ONG en México, lamentó que sea el hombre quien atente, como en este caso, contra su propio medio ambiente, pero también ha incidido la falta de un adecuado marco normativo y de sanciones más estrictas a quienes dañan la ecología.
Por ello, indicó, NCI está trabajando desde hace cinco años para crear una Reserva Estatal y Área Natural Protegida, a fin de cuidar este tesoro natural.
Informó que en febrero del 2024 terminarán el llamado estudio previo justificativo, que es el documento que requiere el Gobierno del Estado para validar el proyecto y elaborar el decreto de Reserva.
Confió en que esta lucha tendrá resultados positivos el año próximo, pero aclaró que será el Gobierno quien decida, en base a la aceptación y consenso de las comunidades.
Mencionó que ese trabajo no terminará con el decreto, sino al contrario, seguirá una ardua labor para la implementación de proyectos junto con otras ONG, con las comunidades y con instituciones como el Instituto Tecnológico de Sonora, entre otras.
Ayala Mata destacó la importancia de proteger el bosque, porque no solamente se trata de pitahayas, sino de una rica y extensa flora y fauna.
"Ya no debe seguirse perdiendo esa gran vegetación de mezquite, jito, sahuaro, biznaga y muchas otras especies, pero además muchos animales como aves, venados y otros", agregó.
Resaltó además que el bosque es fuente de vida para muchos poblados y un atractivo destino turístico.
"Quienes viven en los alrededores, saben que las pitahayas pueden ser aprovechadas de muchas formas. El aporte de esta cactácea al bienestar de las comunidades es una gran razón por la que es prioridad cuidar y preservar este lugar maravilloso", externó.
"El Pitahayal tiene una gran riqueza cultural al ser parte del territorio de los YoremeMayo. Para ellos, la pitahaya, más que una planta, es una tradición. Con usos gastronómicos, medicinales y simbólicos, es parte vital de sus costumbres", añadió.
Miguel Ángel Ayala indicó que, entre otros beneficios de ese bosque, destaca la protección del agua del Río Mayo.
"Además de asegurar un suministro de agua limpia para los cultivos, también preserva las hermosas bahías que embellecen su paisaje", manifestó.
SIREBAMPO VIVE DE LA PITAHAYA
Sirebampo, una comunidad ubicada a unos 45 kilómetros al sur de Navojoa, en la que viven alrededor de 700 personas, ha sabido darle un valor agregado a la pitahaya, a través de la elaboración de distintos productos.
La impulsora de ello, María Eudelia Verdugo Mátuz, dijo que se elaboran coyotas, dulces, paletas, deshidratados, mermeladas, nieves, lo que a su vez genera una importante cantidad de empleos, que empiezan desde la recolección.
En el caso de las coyotas, estas se venden no sólo en esta región, sino también en Ciudad Obregón, Hermosillo, Nogales, Tijuana, Ensenada, Sinaloa, Guadalajara, Ciudad de México, Monterrey, entreotros lugares del país.
Mencionó que cada año se realizan en este poblado la Feria de la Pitahaya, donde se aprovecha para pedir al Gobierno que apoye más las riquezas naturales y que haga algo para acabar con la deforestación.
"Es mucho lo que se puede sacar de la pitahaya, que además es buena para el cáncer, pero también hay muchas otras plantas y frutos naturales muy buenos para aliviar otras enfermedades", añadió.
QUÉ ES NATURALEZA Y CULTURA INTERNACIONAL
Naturaleza y Cultura Internacional (NCI) es una organización de conservación cuya misión es conservar paisajes biológicamente diversos en América Latina, en acuerdo con las culturas locales para el bienestar del planeta.
En México trabaja bajo el esquema de Mosaico, una estrategia para impulsar la conectividad y conservación de ecosistemas prioritarios para su protección.
El mosaico se denomina Sierra Mar y logra una conectividad desde el Golfo de California, hasta la Sierra Madre Occidental en Chihuahua.
"El Pitahayal es una joya natural del sur de Sonora, un tesoro valiosísimo que todos debemos preservar", expresó Miguel Ángel Ayala.