Amor desde la pantalla

Por: Redacción

Mientras practicaban videojuegos fueron enamorándose a larga distancia

Por: Mónica Miranda

En los videojuegos ella era una arquería elfa que combatía sus monstruos y hadas malignas, él era uno de los luchadores más temidos en cada misión.
El escalar niveles los llevó a coincidir en un mismo mundo y la magia surgió.
Los personajes en la virtual dimensión conectaron de inmediato y el amor comenzó a brotar a través de la pantalla del ordenador y las citas vespertinas se volvieron rutina en las que juntos combatían adversarios de batalla.
Así fue como inició la historia de amor de Valeria Lomas y Daniel Vargas, amantes de los videojuegos, lazados por sus personajes ficticios pero alejados por dimensiones geográficas, de Hermosillo hasta Venezuela.
La estudiante de Ciencias de la Comunicación, originaria de Nogales, pero con estudios cursados en Hermosillo en 2011, se aventuró a conocer el amor más allá de la frontera, el héroe virtual que la acompañaba en las misiones es originario de Venezuela.
Un año después de conocerse, Daniel, a sus 20 años, viajó a Hermosillo sólo para encontrarse con Valeria, situación que puso en alerta a sus compañeras de apartamento, quienes le advertían sobre lo peligroso de acudir a verse con un desconocido, cuando los diarios apuntalaban con frecuencia casos de mujeres desaparecidas después de ir a su cita a ciegas.
“Yo no lo había visto pero él ya me había visto de lejos porque yo me fui a la central grande y él llegó a la otra central, entonces me fui a Tufesa con la mirada hacia abajo pensando, no manches, qué le voy a decir, qué vergüenza. Tenía mucho nervio, cuando levanté la vista él ya me estaba viendo y me puse muy nerviosa, me temblaban las piernas”, dijo la joven.
El caso de Valeria fue la excepción, no la regla, pues al ver por primera vez a Daniel ambos sintieron ese “clic” que los hizo no volver a separarse más. “Ya que lo conocí en persona me gustó de él que se esforzara en ser cariñoso y detallista conmigo porque en realidad no es así, pero se esforzaba mucho, le ponía empeño, cocina muy rico, amo su comida, es muy sociable, a todos le cayó muy bien, pero lo que más me gusta de él es que cuando dice que va a hacer algo lo hace y se esfuerza”.