Investigadoras exponen amenazas
Por: Sebastián Moreno
Temas de violencia contra la mujer, abusos sexuales, y hasta asesinatos, es la realidad que enfrentan actualmente las mujeres en Sonora y en el país entero, expuso la investigadora social Lizette Sandoval Meneses.
Ella junto a tres colegas más tuvieron la tarde del jueves un conversatorio en el Colegio de Sonora donde ofrecieron parte de las investigaciones sociales que desarrollan.
Además de ella, tuvieron intervenciones Blanca Vianey Acuña Velarde, Alejandra Soto Federico y Mariana Aurora Álvarez Hernández.
Todas ellas presentaron información que han recabado en diversas problemáticas que afectan de manera directa a las mujeres.
"Mucho de lo que padecemos las mujeres en Sonora se encuadra en temas que van desde agresiones sexuales hasta feminicidios, desapariciones, el cuidado al interior de las familias, entre otros aspectos", detalló Sandoval Meneses.
La investigadora social Alejandra Soto, expuso sobre los cuidados de la mujer al interior de la familia, con toda una gama de situaciones que revelan aspectos irregulares.
También abordaron el problema del acoso callejero al que se expone cualquier mujer en la vía pública ya sea por su vestimenta, por su apariencia o simplemente por la falta de respeto de algunos hombres.
"Lo del acoso callejero es algo que no está reconocido como una violencia específica", indicó.
Un punto grave que también analizaron en el conversatorio fue el de las mujeres que caen en el consumo de droga que se clasifica como un tema tabú.
FEMINICIDIO, UN ASUNTO GRAVE
"Yo estoy estudiando el fenómeno de feminicidio y desaparición de mujeres que están muy ligados y hay una falta de reconocimiento aquí en el Estado del problema de las desapariciones tanto de hombres como de mujeres".
"Si bien desaparecen más hombres que mujeres, la diferencia está en que las desapariciones de mujeres muchas terminan en feminicidios", puntualizó.
También hablaron de la violencia íntima en la pareja que ha terminado en femicidio y de mujeres que son asesinadas y sus cuerpos tirados en predios baldíos tratando de aparentar que se trató de un asesinato con tinte criminal y no relacionado con agresión sexual.
"Yo he estado viendo en la violencia comunitaria también de mujeres que son asesinadas y desaparecidas por familiares, por vecinos conocidos y obviamente pues los de la naturaleza criminal", mencionó.
DATOS DUROS
En el 2006, Marcela Lagarde, en su comisión como diputada de la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, formó la Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las investigaciones relacionadas con los feminicidios en la República Mexicana y la procuración de justicia vinculada.
De ahí se desprendió una investigación diagnóstica sobre los feminicidios en la República Mexicana, editada en 13 tomos, así como el informe, "Violencia feminicida en diez entidades de la República Mexicana" (2006), indicó.
En estos informes se analizó la situación de la violencia feminicida en los estados de Oaxaca, Estado de México, Guerrero, Baja California, Chihuahua, Distrito Federal, Morelos, Sonora, Chiapas, y Veracruz.
Sonora fue uno de los diez estados que se incluyó en el estudio, por su alta estadística de homicidios violentos de mujeres y a petición de los movimientos sociales activos.
En este informe se concluyó que las condiciones de vida de las mujeres en el Estado confirmaban que existía violencia feminicida, dadas las condiciones particulares de exclusión social, injusticia, desapariciones y violación de derechos humanos de niñas y mujeres, encuadradas en acciones estatales que sustentaban la impunidad de quienes agreden a niñas y mujeres, las dañan en su integridad, libertad, las violentan y las matan.
Sonora como Estado fronterizo, al igual que los estados de norte de México, ha experimentado el auge industrial de las plantas maquiladoras en las cuales trabaja un gran número de mujeres, así como el crecimiento de zonas pobres y marginales en las zonas urbanas del Estado.
También se ha observado un aumento de la presencia y control del crimen organizado en las décadas recientes, así como la presencia de redes de trata de mujeres, las cuales representan sospecha una de las principales causas del aumento de las desapariciones de mujeres en el Estado según la Comisión Nacional y Estatal de Búsqueda de personas, ya que las mujeres desaparecidas comparten rasgos físicos y edades similares, aunque la Fiscalía del Estado de Sonora niega esta sospecha.
Las desapariciones de mujeres adolescentes y niñas, como parte del contexto de violencia, representan otro grave problema a analizar, refirió.
Representantes de distintos colectivos en el Estado han señalado que, en los recientes cuatro años, las desapariciones de mujeres han aumentado de manera inusual y alarmante.
La organización Madres Buscadoras de Sonora, denuncia que existe una disparidad entre las cifras registradas por colectivos y autoridades, que no nos permite reconocer números totalmente reales.
Aunque los hombres conforman la mayoría de las personas desaparecidas, las desapariciones de mujeres en México, lo mismo que el feminicidio, tienen un contexto específico: la violencia de género.
"Se trata de una violencia que se produce en un contexto de discriminación y desigualdades de poder, por lo que la ONU señala que cuando desaparece una mujer, no sólo se debe hacer la búsqueda con perspectiva de género y considerar los contextos de violencia, el feminicidio y la trata de personas, sino que deben tratarse como casos de violencia de género", expuso.
Cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es necesario recordar la importancia de reconocer la historia de los derechos políticos, sociales, económicos de las mujeres y niñas que siguen luchando por un mundo igualitario, libre de violencia y discriminación.