Por: Eduardo Sánchez
Los hechos ocurrieron cuando agentes federales recibieron una alerta por parte del enlace internacional de la Patrulla Fronteriza, en la que informaban sobre un grupo de personas camufladas con ropa táctica que permanecían en un campamento instalado en un cerro muy cerca de la línea divisora entre México y Estados Unidos.
Luego de implementar los protocolos de seguridad y vigilancia en esa zona desértica, los efectivos federales efectuaron un operativo de precisión para realizar la intervención en el campamento instalado de forma circular, cubierto con vegetación típica del lugar, además de troncos y piedras.
Sin realizar un solo disparo, los agentes federales detuvieron a 14 sospechosos, siete de origen centroamericano; aseguraron un arma de fuego corta, y cinco bultos con 10 paquetes rectangulares que contenían alrededor de 110 kilos de mariguana.
Los sospechosos, la droga y el arma quedaron a disposición del agente del Ministerio Público Federal que continuará con las investigaciones para deslindar responsabilidades.
Este tipo de campamentos clandestinos en la frontera son utilizados por grupos de narcotraficantes como puntos de vigilancia con “halcones” para coordinar el envío de cargamentos de droga entre ambos países.