El hombre, que conducía borracho, ni cuenta se dio que partió a su víctima y se llevó la parte del cuerpo
Por: Edel Osuna
Es un hecho: alcohol, celular y volante no se llevan para nada, pues la torpeza provocada por las bebidas etílicas y la distracción que el teléfono móvil genera provocan accidentes de consecuencias terribles, como en el que se vio envuelto Julio Edwin Jiménez Rosario.
El joven de 28 años de edad conducía tan alcoholizado, que ni cuenta se dio que atropelló a un peatón, cuyo cuerpo se partió, y el torso se lo llevó en el frente hasta llegar a su casa.
Los lamentables hechos se registraron en la carretera PR-3 en la ciudad de Río Grande, Puerto Rico; el responsable ya fue arrestado.
De acuerdo con las autoridades boricuas, Julio Edwin conducía por la carretera, cuando de pronto embistió a un hombre que cruzaba la cinta asfáltica.
Fue tan brutal el golpe, que el cuerpo de la víctima se partió y murió instantáneamente; Jiménez Rosario jamás detuvo la marcha y, sin darse cuenta, lo llevó todo el tiempo encima del carro, hasta que llegó a su casa.
Cuando llegó la Policía, se le practicó la prueba de alcoholemia y el resultado fue de 0.19%, excediendo el doble el límite permitido, el cual es de 0.8%, por lo que las autoridades procedieron a arrestarlo y turnarlo ante la autoridad competente.