Por: Eduardo Sánchez
El temor y los rumores sobre presuntos efectos negativos de las vacunas se han vuelto los mejores aliados de enfermedades como la varicela y el sarampión, que habían sido erradicadas y que hoy retornan con fuerza. Voces expertas llaman a volver a la inmunización obligatoria.
La inmunización no ha estado exenta de polémica desde sus orígenes, pero la paradoja actual es que mientras naciones en desarrollo buscan asegurar el acceso universal a las vacunas, en los países desarrollados existen sectores con recursos económicos e infraestructura médica que rechazan la vacunación.
Entre las causas se encuentran diversas creencias que las han convertido en un riesgo real para la salud pública.
Ante emergencias sanitarias que ponen en riesgo a millones de personas se desarrollan vacunas como la experimental rVsV-ZEBOV para el ébola, tras la epidemia de 2014-2016 en África Occidental y usada ante el actual brote de la enfermedad en la República Democrática del Congo.
Otro caso es la Dengvaxia CYD-TDV contra el dengue, de la que se realizan pruebas en diversos países desde 2015.
A fines de marzo, mientras se reportaban 65 mil casos de varicela en campamentos de refugiados roghinyas en Bangladesh por falta de vacunas y se movilizaban agencias de salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), médicos en Estados Unidos criticaban al gobernador de Kentucky, que en pleno brote en su estado defendió el contagio directo.