Temporada de huracanes 2024: ¿Cuándo inicia y qué estados serán los más afectados?

Este fenómeno meteorológico se encuentra estrechamente vinculado a las condiciones atmosféricas y oceánicas que propician el surgimiento de ciclones

Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz

La temporada de huracanes, un período marcado por el aumento de la actividad de tormentas, está próxima a comenzar en México, y las autoridades y expertos advierten sobre la importancia de la preparación y la conciencia pública ante los posibles impactos de consideración.

Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han emitido pronósticos en relación con la temporada de huracanes 2024, resaltando la influencia persistente del fenómeno climático ´El Niño´.

Este fenómeno, caracterizado por condiciones atmosféricas y oceánicas anómalas, podría desencadenar huracanes intensos y temperaturas inusualmente altas en varias partes del país.

¿CUÁNDO COMENZARÁ LA TEMPORADA DE HURACANES?

Según la información proporcionada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la temporada de huracanes en el Océano Pacífico comenzará el 15 de mayo y se extenderá hasta el 30 de noviembre, mientras que en el Océano Atlántico se espera que inicie el 1 de junio y concluya también en noviembre.

Esta distribución geográfica expone a diferentes estados mexicanos a los riesgos asociados con los huracanes en ambas costas, subrayando la necesidad de preparación y conciencia pública.

Entre los estados más vulnerables ante la temporada de huracanes se encuentran Guerrero, Colima y Michoacán, donde se anticipa un impacto significativo debido al calentamiento del Pacífico mexicano provocado por ´El Niño´.

Este fenómeno no solo elevará las temperaturas, sino que también podría generar huracanes intensos.

PROYECCIÓN EN 2024

La proyección de un aumento en la intensidad de los huracanes plantea riesgos significativos para los ecosistemas marinos mexicanos, particularmente para los corales.

Expertos advierten sobre la posibilidad de una pérdida sustancial de corales, con estimaciones que sugieren que entre el 80 y el 100 por ciento de estos ecosistemas podrían estar en peligro.

Además, se resaltan las consecuencias ambientales adversas, como la deficiencia de oxígeno y sus efectos en las áreas costeras.