SRE: Victoria judicial; Texas deberá retirar el "muro flotante" en la frontera con México

La medida representa una garantía para la integridad física y los derechos humanos de las y los migrantes

Por: Luis Valenzuela

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expresó su satisfacción ante la orden emitida por un tribunal de Texas para desmantelar el controvertido "muro flotante" en la frontera con México. A través de un comunicado en la red social X, antes llamado Twitter, la SRE celebró la decisión del 5º Tribunal de Circuito de Apelaciones de Estados Unidos, que rechazó la solicitud de Texas para mantener las boyas instaladas en el Río Bravo.

Roberto Velasco Álvarez, jefe de la Unidad para América del Norte de la SRE, destacó que esta decisión refuerza el respeto por los derechos humanos y los tratados bilaterales entre México y Estados Unidos. El tribunal dictaminó que Texas deberá retirar 305 metros de boyas instaladas en el Río Bravo, marcando un revés legal para el Estado.

COMPROMISO CON LOS DERECHOS HUMANOS Y LA INTEGRIDAD FÍSICA DE LOS MIGRANTES

La Cancillería reafirmó su compromiso en un segundo mensaje, asegurando que continúan trabajando para garantizar la integridad física y los derechos humanos de las y los migrantes.

Este pronunciamiento se produce en medio de la polémica generada por la instalación de las boyas, que el Gobierno de Texas justificó como una medida de defensa ante una presunta "invasión" de migrantes.

REVÉS LEGAL PARA TEXAS: VICTORIA PARA LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

En el contexto de la batalla legal, Texas sufrió un revés significativo el pasado viernes, cuando un panel de jueces confirmó la orden de un magistrado federal para retirar la barrera de más de 300 metros en el Río Grande.

Esta decisión representa una victoria para la administración del presidente Joe Biden, que había demandado al Estado de Texas argumentando que las boyas constituían una obstrucción a la navegabilidad del río.

El Gobierno de Texas, liderado por el gobernador republicano Greg Abbott, defendió la instalación de las boyas, alegando que se vio obligado a actuar por cuenta propia para "defenderse" de la inmigración irregular.

La apelación de Texas fue rechazada, pero el Estado aún tiene opciones legales para continuar el caso, incluso llevándolo ante la Corte Suprema de Estados Unidos.

La presencia de estas boyas en el Río Grande también generó tensiones diplomáticas, ya que el Gobierno de México solicitó en múltiples ocasiones a Estados Unidos que retirara la barrera.