Por: Eduardo Sánchez
Las fuertes lluvias obligaron a paralizar durante unos 40 minutos los despegues y aterrizajes en el aeropuerto de la capital catalana, que reanudó la actividad paulatinamente a las 13:30 horas (11.30 GMT), aunque con retrasos generalizados algunos de cinco horas y el desvío de un puñado de vuelos a otros aeropuertos.
Un total de 88 vuelos fueron cancelados, 62 de ellos debido a una huelga del personal de tierra y otros 26 a causa de la tromba, informaron las autoridades.
Los servicios de emergencia recibieron varios cientos de avisos sobre los daños de los chubascos en Barcelona y localidades próximas, acompañados de rachas de viento de hasta 55 kilómetros por hora.