Con la supresión de la ayuda fiscal, los consumidores tendrán que ajustar sus presupuestos para afrontar aumentos en el precio del combustible
Por: Brayam Chávez
Los usuarios de gasolina y diésel se encontrarán con el final del año sin el respaldo del subsidio fiscal concedido por el Gobierno Federal.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) comunicó que, desde el 21 hasta el 31 de diciembre del 2024, el porcentaje de incentivo fiscal será del 0 por ciento.
EL FIN DEL SUBSIDIO DE COMBUSTIBLE
Durante las semanas finales del año 2024, el gobierno no implementará el incentivo tributario diseñado para disminuir el efecto del IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios).
Para los conductores que utilizan gasolina Magna o regular, esto implica abonar la cuota total de 6.1752 pesos por litro antes del 31 de diciembre.
Los usuarios de gasolina de alta calidad, que no han obtenido ayuda desde octubre del 2023, continuarán abonando los 5.2146 pesos del impuesto por cada litro. Respecto al diésel, el costo se sostiene en 6.7865 pesos por litro, sin incentivo fiscal.
¿QUÉ IMPACTO TENDRÁ PARA EL 2025?
El calendario de subsidios publicado por la SHCP solo tiene validez hasta el 31 de diciembre de 2024, dado que desde el 1 de enero de 2025, las tasas del IEPS se ajustarán de acuerdo a la inflación, proyectada en un 4.5 por ciento, de acuerdo con el Instituto Mexicano de Contadores Públicos.
Este ajuste también será aplicable a otros artículos como cigarrillos y bebidas, elevando los costos para el consumidor.
EL PRECIO FINAL
El costo de las gasolinas y el diésel abarca varios elementos, además de la participación en el IEPS, tales como el gasto de transporte, almacenamiento y las cotizaciones internacionales.
Esto implica que los consumidores no solo tomarán en cuenta el impuesto, sino también las fluctuaciones originadas por otros factores del mercado.
Con la supresión de la ayuda fiscal, los consumidores tendrán que ajustar sus presupuestos para afrontar aumentos directos en el precio de los combustibles.
Este final de año señala un cambio hacia el 2025, donde las correcciones por inflación podrían influir de manera notable en la economía de los conductores de automóviles y en el costo de bienes y servicios derivados.