¿Se debe avisar con tiempo al renunciar voluntariamente? Esto dice la LFT

Al renunciar, es fundamental entender cómo manejar este proceso para preservar una buena imagen profesional y mantener valiosas redes de contactos 

Por: Jhoanna Ontiveros Peraza

Renunciar a un empleo es una decisión que puede estar motivada por diversas razones, desde una mejor oferta laboral hasta la búsqueda de nuevos desafíos personales. Sin embargo, es fundamental entender cómo manejar este proceso para preservar una buena imagen profesional y mantener valiosas redes de contactos.

La decisión de renunciar a un empleo es un paso significativo que debe manejarse con cuidado. La manera en que se termina una relación laboral puede influir en futuras oportunidades, y dejar las puertas abiertas siempre es una buena estrategia en el mundo profesional.

¿SE DEBE AVISAR CON TIEMPO AL RENUNCIAR VOLUNTARIAMENTE?

La Ley Federal del Trabajo (LFT) no estipula un plazo obligatorio para notificar a los empleadores sobre una renuncia voluntaria. No obstante, los expertos sugieren que avisar con anticipación, generalmente, se recomiendan al menos dos semanas no solo es un acto de cortesía, sino también una muestra de profesionalismo que facilita la transición tanto para el empleado como para la empresa.

Renunciar de manera repentina puede generar complicaciones. Para el trabajador, dejar una buena impresión es importante, ya que el ambiente laboral es pequeño y la forma en que se sale de un puesto puede influir en futuras oportunidades. Para la empresa, una salida inesperada puede causar desorganización y afectar la moral del equipo.

¿A QUÉ SE TIENE DERECHO CUANDO SE RENUNCIA VOLUNTARIAMENTE?

Al renunciar, el trabajador tiene derecho a recibir un finiquito que incluye el pago proporcional de diversas prestaciones, como aguinaldo, vacaciones y prima vacacional. Además, si el trabajador ha estado en la empresa durante al menos 15 años, podrá recibir una prima de antigüedad. La forma más común de recibir este pago es mediante un cheque, acompañado de una “carta finiquito” que detalle los conceptos pagados.

Renunciar de manera respetuosa es clave. Dejar una impresión positiva no solo fortalece la reputación profesional, sino que también puede abrir puertas en el futuro. Los colegas actuales pueden convertirse en valiosos contactos o incluso en futuras oportunidades laborales.