La celebración de estos santos nos invita a recordar sus vidas y sacrificios; también a reflexionar sobre los valores cristianos de fe y esperanza
Por: Ofelia Fierros
Hoy, 28 de febrero, el calendario litúrgico de la Iglesia Católica celebra a varios santos y beatos que han dejado una huella significativa en la historia cristiana, cada uno con un legado de sacrificio, fe y dedicación a la causa divina.
Entre los santos que se celebran hoy se encuentra San Leandro de Sevilla, un importante arzobispo del siglo VI, quien desempeñó un papel clave en la conversión al catolicismo de figuras históricas relevantes como san Hermenegildo y su hermano Recaredo, lo que contribuyó a la unidad católica de la nación visigoda.
San Leandro presidió el Concilio III de Toledo en 589 y es recordado por su incansable labor en la consolidación del cristianismo en la península ibérica. Falleció alrededor del año 600, y su influencia perdura en la iglesia hispano-visigoda.
OTROS SANTOS DE ESTE 28 DE FEBRERO
También se conmemora hoy a Santa Marana y Santa Cira, dos vírgenes mártires del siglo V que vivieron en condiciones extremas en Berea, Siria. Su vida, marcada por el silencio y la austeridad, refleja el fervor religioso de la época y su dedicación absoluta a la fe. Ambas fueron reconocidas por su vida de oración y sacrificio en un lugar cerrado y despojado de todo lujo.
Otro santo importante en esta fecha es San Osvaldo, obispo de Worchester y York en el siglo X. San Osvaldo fue conocido por su dedicación a la enseñanza y por introducir la Regla de San Benito en varios monasterios, demostrando una gran sabiduría y caridad en su labor pastoral.
Además, la Iglesia celebra a varios beatos, como Beata Antonia de Florencia, fundadora y primera abadesa del monasterio de Corpus Christi en el siglo XV, quien vivió su vida siguiendo la Regla de Santa Clara y dedicándose al servicio de la comunidad religiosa.
El Beato Timoteo Trojanowski, mártir del siglo XX, es recordado por su valentía y fe durante la ocupación nazi en Polonia, donde dio su vida como presbítero en el campo de concentración de Auschwitz, defendiendo su fe cristiana.
Igualmente, se honra al Beato Daniel Alejo Brottier, quien dedicó su vida al trabajo en favor de los huérfanos en París, Francia, siendo un ejemplo de caridad y dedicación pastoral.