Hoy, no solo se celebra a este santo, sino a todos aquellos que vivieron con fe, valentía y entrega al servicio de Dios y su comunidad
Por: Ofelia Fierros
Este miércoles 26 de febrero, el santoral católico recuerda la vida de San Porfirio, un monje y obispo que vivió entre el siglo IV y V y que dedicó su vida a la fe cristiana y al servicio de Dios.
Nacido en Tesalónica, Macedonia, alrededor del año 347, San Porfirio es reconocido por su dedicación a la vida monástica y su profunda devoción a los lugares sagrados de Jerusalén, donde desempeñó un papel clave en la iglesia local y en la lucha contra el paganismo.
San Porfirio comenzó su vida religiosa como monje en Egipto, pero debido a la severidad del clima, que lo afectó físicamente, se trasladó a Palestina, viviendo en una cueva cerca del río Jordán.
A pesar de sus problemas de salud, su fe se mantuvo firme, y tras años de sufrimiento, se mudó a Jerusalén, donde se dedicó a la visita diaria a los lugares sagrados como el Santo Sepulcro y el Huerto de los Olivos, lugares fundamentales para los cristianos.
SAN PORFIRIO, "GUARDIÁN DE LA CRUZ"
A los 45 años, fue nombrado Guardián de la Cruz, un cargo de gran importancia en la iglesia de Jerusalén. En este tiempo, Porfirio también dedicó sus esfuerzos a la administración de sus bienes en Macedonia, dejándolos en manos de un joven llamado Marcos para que fueran distribuidos entre los pobres de Jerusalén.
Según su historia, fue curado del reumatismo en una de sus visitas al Santo Sepulcro, lo que marcó un punto clave en su vida de fe.
Fue ordenado sacerdote por el obispo Juan II de Jerusalén en el año 392, y más tarde fue consagrado obispo de Gaza. Ahí, enfrentó grandes dificultades, tanto de gobernantes paganos como de personas que resistían el cristianismo, pero su valentía, apoyado por la amistad de San Juan Crisóstomo y el patrocinio de la emperatriz Eudoxia, le permitió destruir el templo pagano de Marnas y construir una iglesia para glorificar a Dios. Su vida fue una muestra de perseverancia y compromiso con su fe, hasta su muerte el 26 de febrero de 420.
OTROS SANTOS DE ESTE 26 DE FEBRERO
- San Víctor, eremita
- San Alejandro, considerado el primer obispo de Capadocia
- Santa Paula Montal Fornés
- San Agrícola de Nevers
- San Faustiniano de Bolonia
- San Andrés de Florencia
- Santa María Bertilla Boscardin
- Beato Roberto Drury