Por: Eduardo Sánchez
"Esta catedral es un lugar de culto, esta es su finalidad propia y única. No hay turistas en Notre Dame", señaló en su homilía Aupetit, quien antes de la ceremonia puntualizó que "se trata de recordar que esta catedral está viva y de celebrar aquello para lo que fue construida".
A la ceremonia, en la que participó un veterano maestro cantor, asistieron unas 30 personas, en su mayoría sacerdotes y canónigos de la catedral, quienes tuvieron que usar cascos por razones de seguridad.
Unas horas antes de la misa, el ministro de Cultura, Franz Riester, declaró a la radioemisora local Europe 1 que las obras de reconstrucción de la catedral podrían tardar más de cinco años, plazo establecido por el gobierno del presidente Emanuel Macron, y manifestó que no había que confundir "velocidad con precipitación".
El plazo de cinco años mencionado por Macron había generado polémica en el país, luego que el Senado acusó al gobierno de promover un proyecto "precipitado" y le exigió que las obras de reconstrucción respeten el diseño original de la catedral.