Experto da recomendaciones sobre cómo poder identificar un producto que pudiera tener altos niveles de sodio y otros ingredientes que hacen daño
Por: César Leyva
En su edición de julio 2025, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a través de la Revista del Consumidor, advierte sobre los riesgos del consumo frecuente de embutidos y productos que se autodenominan como tal, los cuales suelen tener un menor aporte nutricional que el jamón.
Estos productos, etiquetados como "embutido cárnico", "embutido cocido con pavo" o "producto cárnico cocido", pueden parecer similares al jamón por su presentación e incluso por su sabor, pero su contenido es muy diferente.
En su mayoría contienen carne mezclada (pollo, pavo, cerdo o pasta cárnica), agua, sal, azúcar, fécula, soya y aditivos como fosfatos, nitritos y conservadores.
IDENTIFICA LOS RIESGOS PARA LA SALUD
De acuerdo con la información de la Profeco, estos ingredientes, en especial la soya y la fécula, reducen significativamente su aporte nutricional, siendo hasta 10 por ciento menor que el del jamón. Además, muchos de estos productos contienen altos niveles de sodio, lo que representa un riesgo importante para la salud si se consumen con frecuencia.
El exceso de sodio se ha relacionado con hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y daño renal. La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los 2,000 mg de sodio al día (aproximadamente 5 g de sal), tanto en adultos como en niños.
¿CÓMO IDENTIFICAR LOS FALSOS EMBUTIDOS?
Rafael Carbajal, doctor en Ciencias en Ingeniería Bioquímica, destaca que estos embutidos suelen tener una textura menos firme y más fibrosa que el jamón, lo que puede ayudar a diferenciarlos.
Profeco llama a las y los consumidores a leer cuidadosamente las etiquetas y no dejarse llevar por la apariencia del producto. Comer este tipo de embutidos con frecuencia puede tener consecuencias negativas en la salud, especialmente si forman parte habitual de la dieta infantil o familiar.