El 8 de abril de 2005, López Obrador pronunció un discurso ante la Cámara de Diputados, defendiéndose de las acusaciones en su contra
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
Hace exactamente 19 años, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en ese entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, se presentó ante el pleno de la Cámara de Diputados para enfrentar un proceso de desafuero que se había iniciado en su contra.
El 8 de abril de 2005, López Obrador pronunció un discurso ante la Cámara de Diputados, defendiéndose de las acusaciones en su contra. En sus palabras, expresó su convicción de que no estaba siendo juzgado por violar la ley, sino por su forma de pensar y actuar.
"Muy poco voy a argumentar en términos jurídicos sobre la falsedad de este juicio. Tengo la certeza absoluta de que no se me juzga por violar la ley sino por mi manera de pensar y actuar y por lo que pueda representar junto con otros mexicanos para el futuro de nuestra patria", afirmó.
DISCURSO DE AMLO
López Obrador no escatimó en señalar a quienes consideraba sus detractores, mencionando a los sectores dominantes del PRI y el PAN, quienes, según él, orquestaban el desafuero como parte de una estrategia para mantener el control político.
"Quienes me difaman calumnia y acusan son los que se creen amos y señores de México, son los que en verdad dominan y mandan en las cúpulas del PRI y el PAN, son los que manejan el truco de llamar populismo o paternalismo a lo poco que se destina en beneficio de las mayorías", agregó.
El discurso de López Obrador resonó en la historia política de México con una frase que aún está en la memoria colectiva: "ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia".
¿QUÉ OCURRIÓ?
El desafuero fue ordenado por el entonces presidente Vicente Fox Quesada, quien acusaba a López Obrador de interferir en la contienda electoral del 2006. Este proceso dividió opiniones en el país, con algunos sectores apoyando la medida mientras otros la consideraban un acto autoritario.
Finalmente, el 4 de mayo de 2005, la Procuraduría General de la República determinó no ejercer ninguna acción penal contra López Obrador, marcando el fin de este controvertido capítulo en la historia política de México.