¿Qué beneficios aporta bañarse en aguas termales?

En la actualidad, las aguas termales se utilizan para mejorar la salud física y mental, ofreciendo una amplia gama de beneficios para las personas 

Por: Jhoanna Ontiveros Peraza

Las aguas termales, conocidas por sus propiedades terapéuticas, son un recurso natural apreciado desde tiempos inmemoriales por civilizaciones como la romana, la griega e incluso las culturas prehispánicas de México.

Hoy en día, se siguen utilizando para mejorar la salud física y mental, ofreciendo una amplia gama de beneficios que van desde el alivio de dolores musculares hasta la mejora de la circulación sanguínea. Espacios dedicados al bienestar, como Aire Ancient Baths, permiten disfrutar de este tipo de aguas sin necesidad de alejarse de la ciudad.

PROPIEDADES DE LAS AGUAS TERMALES

Las aguas termales surgen de capas profundas de la Tierra, donde se calientan naturalmente debido a la actividad geotérmica. Este fenómeno da como resultado aguas de temperaturas superiores a las normales, que contienen una variedad de minerales como hierro, cloro, calcio, sodio y magnesio. Estos minerales son clave en sus propiedades curativas y relajantes.

Además, las aguas termales se clasifican según su temperatura en frías, hipotermales, mesotermales, hipertermales y supertermales, algunas de las cuales pueden alcanzar hasta los 150 °C. Este calor no solo tiene efectos relajantes, sino que también actúa como un potente estímulo para el sistema circulatorio, favoreciendo la oxigenación y eliminación de toxinas.

Foto: Gobierno de México 

¿QUÉ BENEFICIOS APORTA BAÑARSE EN AGUAS TERMALES?

Las propiedades terapéuticas de las aguas termales son variadas y ampliamente reconocidas por expertos en salud. Entre los beneficios más destacados, se incluyen:

  • Mejora de la circulación sanguínea: El calor natural de las aguas termales provoca un aumento en la temperatura corporal, lo que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y facilita una mejor circulación.
  • Reducción de la tensión muscular: Sumergirse en estas aguas ayuda a relajar los músculos, aliviando dolores y tensiones acumuladas.
  • Estimulación del sistema inmunológico: El contacto con el agua caliente puede incrementar la producción de endorfinas, las conocidas "hormonas de la felicidad", mejorando así el estado de ánimo y reforzando las defensas del cuerpo.
  • Mejora de la piel: Las aguas termales son especialmente beneficiosas para personas con afecciones dérmicas como la dermatitis o la psoriasis, ya que tienen un efecto depurativo que puede aliviar los síntomas.
  • Facilitación de la digestión y metabolismo: El baño en aguas termales puede mejorar la digestión de alimentos, y sus minerales ayudan a acelerar el proceso metabólico del cuerpo.

RECOMENDACIONES Y PRECAUCIONES

A pesar de los amplios beneficios de las aguas termales, es importante tomar ciertas precauciones antes de sumergirse en ellas. Los médicos sugieren que, al inicio, se debe comenzar con baños de agua a temperaturas moderadas y no exceder el tiempo recomendado de inmersión, ya que el calor intenso puede ser perjudicial.

Es fundamental aclimatarse a las condiciones de la zona antes de entrar en contacto con las aguas termales. Además, las mujeres embarazadas deben consultar con su médico antes de disfrutar de este tipo de baños, ya que las altas temperaturas pueden no ser recomendables para ellas.

Bañarse en aguas termales no solo es un lujo, sino también una inversión en salud y bienestar. Desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, las propiedades curativas de estas aguas continúan siendo una fuente valiosa de alivio y rejuvenecimiento para el cuerpo y la mente.